Corinna detallará en un juicio el plan del CNI para proteger al emérito

El procedimiento se inició con la querella por delitos de calumnias y denuncia falsa que Sanz Roldán, como responsable del Centro Nacional de Inteligencia hasta julio de 2019, interpuso contra Villarejo, en prisión preventiva desde noviembre de 2017, por las acusaciones que éste realizó en el programa 'Salvados' de La Sexta cinco meses antes de su detención.

Villarejo atribuyó a Sanz Roldán, la persona a la que señala como principal responsable de su caída, un plan para defender a don Juan Carlos y silenciar a su examante Corinna Larsen con amenazas incluso de muerte. El comisario preso se enfrenta a dos años de cárcel. El juicio se celebrará este viernes y será un ensayo general de las piezas separadas de la 'operación Tándem' que se enjuiciarán este año en la Audiencia Nacional.

Si bien el examen de los hechos se refiere exclusivamente a las palabras de Villarejo en esa entrevista, la citación como testigo principal de Corinna Larsen le da al procedimiento una perspectiva más amplia. La empresaria germanodanesa declarará por videoconferencia desde Londres para responder a las calumnias contenidas en la querella. La Fiscalía sostiene que Villarejo mencionó las amenazas a Corinna «siendo consciente de que no era cierto».

Larsen, por su parte, tiene previsto detallar la «larga campaña» contra ella llevada a cabo por el CNI entre abril y junio de 2012. Una «operación encubierta» que presuntamente lideró Sanz Roldán para recuperar sin éxito, afirma, «documentos sobre negociaciones financieras y empresariales del rey Juan Carlos y otros miembros de la Casa Real».

Los detalles de estas actividades aparecen en una «declaración» voluntaria que Corinna hizo ante un notario en Londres en abril de 2019, y que ha sido admitida por el juzgado. El objetivo es dar veracidad a las acusaciones que Villarejo vertió contra Sanz Roldán. La empresaria de 56 años explica que en 2012 el jefe del CNI llevó a cabo «amenazas» contra su seguridad para recuperar papeles y evidencias de su «relación» con el Rey, después de que todo se torciera a partir del accidente de Botsuana.

La declaración detalla que días después se enteró de un seguimiento del CNI en un viaje que hizo a Brasil. Y en mayo siguiente, «el general Roldán organizó una operación encubierta en su hogar y en la oficina de Mónaco» a través de la empresa de seguridad privada Algiz. Pero su verdadero propósito, asegura, no era protegerla sino que los agentes «pudieran llevarse las ocho cajas negras con documentos».

El siguiente episodio ocurrió en Londres. Sanz Roldán se reunió con ella en un hotel y le conminó a colaborar entre supuestas «amenazas», explica. Todo esto se verá en el juicio.