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Un año después de las últimas elecciones generales, con una pandemia por medio, una crisis económica galopante, una moción de censura y un clima político bastante más tenso, la fotografía que obtiene el CIS es muy similar. Muy poco han cambiado en las preferencias electorales ... de los ciudadanos tras este año convulso.
El PSOE, de acuerdo al barómetro publicado este miércoles, seguiría como primera fuerza con una estimación de voto del 30,4%. El PP se mantendría como primer partido de la oposición, con un 18,6%. Ambos retroceden cuatro y tres décimas respecto al sondeo de hace un mes. Se mantiene estable asimismo la distancia entre ambos. Los socialistas aventajan a los populares en 11,8 puntos, una décima por debajo que el mes pasado, pero tres puntos y medio por encima de los resultados del 10 de noviembre de 2019. En aquella cita electoral, los socialistas aventajaron en 7,3 puntos a los populares, que sumaron el 21%.
El estudio del CIS de noviembre, realizado entre el entre el 3 y 12 de noviembre, después de la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez, consolida a los de Santiago Abascal como tercera fuerza política con una intención de voto de 13,2%, siete décimas más que en octubre, y se quedan a 5,4 puntos de los populares, el margen más estrecho de los registrados por el centro demoscópico oficial. Por debajo, sin embargo, de los resultados de las últimas elecciones, en las que Vox reunió el 15,2% de las papeletas.
Las perspectivas de Unidas Podemos confirman su tendencia a la baja. Su intención de voto es de 11,4%, tres décimas menos que hace un mes y casi punto y medio por debajo de las generales.
Mejora, en cambio, la situación de Ciudadanos, después de haber experimentado un retroceso en octubre. Los naranjas tienen una intención de voto de 9,5%. Mejoran en siete décimas respecto al mes anterior y 2,6 puntos más que en los comicios legislativos del año pasado. Entonces se hundieron hasta el 6,9% de los votos, un batacazo que condujo a la dimisión de su líder, Albert Rivera.
Cifras y porcentajes que el CIS obtiene una vez aplicados los mecanismos correctores del recuerdo de voto y otras variables, la llamada «cocina», en el voto directo, el indicador que mejor marca la tendencia de cada partido. La intención directa señala que el PSOE retrocede mes a mes. En julio, era de 25,3; en septiembre, 22; y en octubre 20,8. En noviembre ha caído hasta el 19,8%, una pérdida de cinco puntos y medio en cuatro meses.
Lo mismo ocurre con el PP. Ha pasado del 13% en julio pasado al 9,6 en el estudio de este mes. Más moderado es el retroceso de Unidas Podemos, que solo pierde siete décimas en los últimos cuatro meses, del 9 al 8,3%. Ciudadanos, a pesar de su recuperación, también ve mermadas en tres décimas su intención directa de voto, de 6,4 a 6,1%.
La tendencia al alza solo sonríe a Vox. La ultraderecha tenía una intención directa de voto del 5,3% en julio, y ahora es de 7,5, una recuperación de más de dos puntos.
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