El líder del PP, Pablo Casado, responde a los medios en las inmediaciones del Congreso de los Diputados EP

Casado reprocha a Sánchez que convierta a Bildu en «socio prioritario» de su Gobierno

Afirma que el primer peaje es el traslado de cinco presos de ETA y exige explicaciones sobre el alcance de la colaboración

Jueves, 12 de noviembre 2020, 20:58

El hemiciclo del Congreso estaba medio vacío mientras EH Bildu defendía su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Pero cuando el diputado Oskar Matute anunció que «hoy recién empieza todo» en las nueva etapa de relaciones de su grupo con el Gobierno de Pedro ... Sánchez, el habitual murmullo que acompaña a las intervenciones de los teloneros desapareció. Se hizo un silencio espeso, apenas roto por los cuchicheos en los escaños sobre el sentido de la frase. Tras el rechazo a las enmiendas a la totalidad del proyecto presupuestario, Pablo Casado no perdió ni un minuto y en una improvisada comparecencia en el patio del Congreso preguntó: «¿Qué quiere decir Bildu cuando dice que todo ha empezado hoy?»

Publicidad

El líder de la oposición no pensaba desaprovechar el flanco que ha dejado abierto el Gobierno al aceptar el respaldo de EH Bildu a los Presupuesto, pero la frase de Matute afianzó sus recelos y aceleró su respuesta. Para Casado, no hay que perderse en grandes disquisiciones. Ha comenzado, a su entender, una etapa de colaboración del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos con la izquierda abertzale, que ya no es un mero comparsa, es un «socio prioritario» del Gobierno.

El líder de los populares se aferró además a una interpretación del vicepresidente segundo sobre los efectos del apoyo de la izquierda abertzale para añadir una segunda pregunta en la misma línea: «¿Qué quiere decir Pablo Iglesias cuando dice que (EH Bildu) va a estar en la dirección del Estado?».

Casado considera que Sánchez, al aceptar los votos de la izquierda abertzale para sacar adelante los Presupuestos, ha dado el peor paso de sus diez meses de mandato y ha cometido la mayor deslealtad con su partido y con las víctimas del terrorismo. Las habituales críticas del PP por la colaboración de los independentistas catalanes quedaron relegadas a un segundo plano ante el acercamiento a EH Bildu. «No, esto, no. Así no se puede gobernar el país», se quejó con tono solemne el líder de la oposición.

Apuntó que el primer peaje que ha pagado el presidente del Gobierno por este respaldo de los diputados de la izquierda abertzale es el traslado a cárceles próximas al País Vasco de cinco presos de ETA, entre ellos el autor de los asesinatos del concejal del PP en Sevilla Alberto Jiménez Becerril y su esposa en 1998. Un movimiento anunciado este miércoles por el Ministerio del Interior, el mismo día que el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, comunicó el apoyo de su grupo al proyecto presupuestario.

Publicidad

El Gobierno ha explicado en reiteradas ocasiones que los traslados forman parte de la revisión de la política de dispersión de los reclusos de la disuelta organización terrorista. Hasta ahora, el Gobierno de Sánchez ha acercado a prisiones del País Vasco, Navarra y comunidades cercanas a más de un centenar de presos.   

Disciplina socialista

Casado se ha encontrado con un filón para hacer oposición, así lo reconocen fuentes populares, con esta aproximación del Gobierno con EH Bildu. Un movimiento defendido con entusiasmo por Unidas Podemos, el socio menor de la coalición gubernamental, y acatado por los ministros socialistas. La titular de Hacienda demostró que poner buena cara a la colaboración es un ejercicio de disciplina y no dedicó ni una frase a defenderla en su respuesta al portavoz de EH Bildu.

Publicidad

La portavoz socialista en el Congreso tampoco se explayó en alabarla, la justificó porque EH Bildu es un partido «democrático» y legitimado por los votos de los ciudadanos. Este tipo de entendimientos son «la mejor expresión del parlamentarismo», concedió Adriana Lastra. Más entusiasta se mostró, sin embargo, el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE. José Luis Ábalos se preguntó y se respondió: «¿Podemos aceptar que una fuerza esté en el Parlamento pero no normalizar su actuación? Tenemos que valorarlo porque quien ha ganado es la democracia».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad