Pablo Casado, este domingo durante la manifestanción contra la Ley Celaá, en Madrid. E. P.

Casado busca recuperar los votos fugados a Cs y Vox

Después de que el presidente del PP da por sepultado el proyecto de España Suma Arrimadas responde con la ruptura en Cataluña de una posible alianza constitucionalista para las elecciones de febrero

Lunes, 23 de noviembre 2020, 12:52

Pablo Casado firmó este lunes el acta de defunción de España Suma, su proyecto de alianza electoral con Ciudadanos y Vox. En realidad se trata de un carpetazo dirigido al partido naranja porque con los de Santiago Abascal quedaron derruidos todos los puentes hace ... un mes con la moción de censura de los ultraderechistas a Pedro Sánchez.

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Aunque la ruptura hace añicos la ya agrietada foto de la plaza de Colón, al menos en su vertiente electoral, Casado ha dado el paso porque cree que el PP está en condiciones de morder en el electorado de Ciudadanos, desconcertado y en desacuerdo, según su análisis, por el espíritu colaborativo de Inés Arrimadas con el Gobierno de Sánchez. El líder de la oposición señaló en la cadena Cope que daba por finiquitada «la alianza de constitucionalistas o del centro y la derecha con España Suma», y culpó a Ciudadanos y Vox.

El proyecto nunca cuajó, y solo saltó a la arena electoral en el País Vasco en julio pasado con un resultado desastroso para el PP y positivo para los naranjas que, pese a ser un partido irrelevante en Euskadi, lograron dos diputados. La coalición también se presentó en las últimas generales en Navarra, pero el único beneficiario fue Unión de Pueblo Navarro que obtuvo todos los escaños ganados por la alianza.

En vista de esos resultados y de las expectativas que se abren, Casado sentenció: «Estamos en otra etapa». Una nueva fase, prosiguió, para «unir a los votantes de estos partidos en un proyecto (el PP) que es la única alternativa a Pedro Sánchez». Es decir, recuperar los seis millones de votos que ha perdido su partido desde que ganara las elecciones en 2011 hasta las de noviembre del año pasado, y que por el centro se fueron a los liberales, y por la derecha, a Vox.

El equipo de Casado ve al alcance de la mano el rescate de esos votantes y que el PP vuelva a ser la referencia hegemónica de la derecha. Pero la realidad apunta en otra dirección. Ciudadanos gana protagonismo día a día, y Vox se muestra como una fuerza sólida. Las encuestas, además, constatan que los liberales se recuperan de la debacle de las últimas generales y que la extrema derecha no flaquea. En la dirección popular, sin embargo, insisten en que ven posible la reconquista, y más asequible con Ciudadanos.

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El PP «no quiere sumar»

Arrimadas respondió con un portazo y anunció que no habrá listas conjuntas en Cataluña. «Hemos hablado muchísimas veces de esta opción, pero hoy Casado lo ha dejado claro», afirmó la líder naranja. El PP, reprochó, «no quiere sumar esfuerzos», solo piensa «en cuántos escaños saca cada partido».

Ciudadanos pretendía armar candidaturas unitarias de su partido, el PP y el PSC. Los socialistas rechazaron la oferta en el primer minuto y el posible entendimiento se redujo a los populares. Los liberales condicionaron el acuerdo a ser el socio mayoritario porque son la primera fuerza constitucionalista en ese territorio. Ganaron las autonómicas en 2017 con 36 escaños, y el PP se quedó en cuatro.

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Pero las cosas han cambiado. Ciudadanos se ha desinflado en Cataluña, y en las generales de 2019 quedó por detrás del PP, e incluso de Vox. Los sondeos otorgan a los de Arrimadas entre 13 y 14 escaños en el Parlament, menos de la mitad que hace tres años, y al PP entre ocho y nueve.

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