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El pulso que la dirección del Partido Popular mantiene con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y con la diputada y exportavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo –con la primera por el liderato del PP madrileño y con la segunda por ... sus recientes salidas de tono– provocaron que el presidente de los populares, Pablo Casado, levantara la voz este domingo y advirtiera a los suyos de que el partido «es una gran orquesta. Aquí no caben solistas. Esto no es un 'talent show' de megalomanías». Todo sin hacer mención a nadie en concreto. Pero la pugna ha opacado en las últimas semanas cualquier otro mensaje político de un partido que preferiría estar concentrado en mostrarse como alternativa principal al Gobierno de Pedro Sánchez. Volvió a suceder en el 16 Congreso del PP Andaluz, celebrado en Granada, y en el que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, renovó su liderazgo.
Ayuso estuvo presente en el cónclave de los populares andaluces el pasado viernes, junto a otros presidentes regionales de su partido. Allí aconsejó a Moreno «volar libre» y tomar sus propias «decisiones». «Sé que en el momento que convoques elecciones –afirmó durante su participación– todos los andaluces sabrán que los has hecho por el bien de todos».
Al día siguiente, el secretario general de la formación, Teodoro García Egea, se sumó al intercambio de dardos con la presidenta madrileña y quiso zanjar la polémica asegurando que «Moreno es libre y ninguno de fuera tiene que venir a decirle lo que debe hacer». En medio de la consecución de recados, el presidente andaluz llegó a pedir calma en mitad de un Congreso en el que estaba llamado a ser el protagonista y trató de desvincularse de estas pugnas internas. «Dejémonos de enredos estériles», reclamó.
Con este ambiente, Casado pidió a los suyos durante su intervención en la clausura del encuentro que se dejen de «hogueras de las vanidades», tengan mayor «humildad» y se dediquen «a lo nuestro, que es solucionar problemas de nuestros compatriotas». Su discurso estuvo trufado de referencias veladas a la tormentosa situación que vive el partido, con epicentro en Madrid. «Un mar en calma nunca ha hecho mal marinero», afirmó.
Hasta este domingo no se había visto a unCasado tan explícito en sus advertencias a Ayuso, todo había quedado ente bambalinas mientras, en público, evitaba responder a las indirectas de la dirigente regional. «El personalismo no cabe en el PP», zanjó.
El líder de los populares también cerró filas con el presidente andaluz y dedicó gran parte de su intervención a desmentir las informaciones que durante meses aludieron a supuestas presiones dirigidas a Juanma Moreno, para que disuelva el Parlamento y convoque elecciones. «Tienes las manos libres para hacer lo que consideres mejor para Andalucía y para España», dijo dirigiéndose a Moreno, sin escatimar gestos de acercamiento y complicidad.
También aseguró que la única vez que ha hablado con el dirigente regional de este tema fue después de la presentación de la moción de censura en Murcia (que a la postre Génova pudo desactivar provocando un adelanto electoral en la Comunidad de Madrid como efecto colateral). Lo hizo, insistió, para darle apoyo. «Piensa primero en Andalucía y después en el partido», recordó.
Casado puso el acento en que, con la llegada de Moreno al Gobierno andaluz, se han abierto «las ventanas y se han levantado las alfombras» del Palacio de San Telmo , porque esta tierra no merecía ser noticia por los «casos de corrupción». Ahora es noticia, según señaló, por la transparencia, la rendición de cuentas y la honestidad, que es lo que caracteriza al PP.
Las sensaciones que deja el Congreso para el PP son agridulces. Por un lado, consiguieron desactivar en gran medida la onda expansiva provocada por la filtración del audio del vicepresidente andaluz, Juan Marín (Ciudadanos), en el que este afirmaba que era «estúpido» presentar Presupuestos en año electoral. El dirigente de los naranjas acusó entonces a su excompañero de filas Fran Hervías, que ahora milita entre los populares, de filtrar el audio «para intentar eliminar a Ciudadanos de la faz de la tierra, no me cabe la menor duda». Pero, por contra, la pugna entre Génova y Ayuso acabó trasladándose a Palacio de Congresos Granada, en el primer cónclave que los populares andaluces celebraban desde el poder en Andalucía.
En medio de la marejada, Casado ha convocado el próximo viernes y sábado en León a los presidentes provinciales del PP de toda España para unas jornadas de «convivencia» en la que se busca hacer equipo e intercambiar experiencias de trabajo. También asistirán el secretario general, Teodoro García Egea, y la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, una vez que el partido ha culminado su proceso de renovación provincial.
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