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«Aquí no cabe ni un solo corrupto». Ese fue el mensaje que Pablo Casado lanzó en julio de 2018 tras asumir las riendas del PP. En primera fila, su predecesor, Mariano Rajoy, a quien la condena en el 'caso Gürtel' le costó su salida ... abrupta del Gobierno después de que triunfase la moción de censura de Pedro Sánchez. Desde entonces, el líder de los populares trata de desprenderse de la enorme carga que lleva en la mochila por culpa de la corrupción. Pero por mucho que se esfuerce en marcar distancias con el pasado, este siempre vuelve. Esta vez ha sido una nueva confesión de Luis Bárcenas en la que el extesorero acusa al PP de recibir dinero a cambio de adjudicaciones públicas e involucra a Rajoy. «Ese PP ya no existe», aseveró este viernes Casado.
El líder de la oposición rompió su silencio para desvincularse por completo de cuestiones que son de «hace veinte años» y levantar un nuevo cortafuegos entre el viejo y el nuevo PP. «A mí me eligieron en primarias para pasar página de cualquier conducta no ejemplar en el partido», afirmó en una entrevista en la Cope.
Defendió también que ni él ni el resto de miembros de la dirección del partido deberían estar dando explicaciones por un asunto en el que no está implicado «ni un sólo cargo» del comité ejecutivo y presumió de la «absoluta ejemplaridad» de la formación que preside. Por si quedaban dudas, avisó de que no tolerará «ninguna práctica irregular» en sus filas y señalará la puerta de salida a quien cruce la línea. Sea quien sea.
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En su entorno insisten en que cuando llegó a la Presidencia del PP decidió romper con el pasado y tomó decisiones difíciles como apartar a la exsecretaria general María Dolores de Cospedal, cuyo apoyo fue fundamental en la recta final de la carrera sucesoria y a quien Bárcenas señala entre los perceptores de sobresueldos procedentes de la 'caja B'. La exsecretaria general será uno de los exdirigentes del PP que desfilará en las próximas semanas por la Audiencia Nacional, donde este lunes comienza el juicio que investiga si la reforma de la sede de Génova fue pagada con la contabilidad paralela del partido.
En la dirección nacional están «tranquilos» ante el inicio del juicio. Tampoco inquieta la declaración del extesorero que acusa a Rajoy de ser «perfecto conocedor» de la 'caja B' y los sobresueldos, y asegura tener pruebas que pueden implicarle. Los populares restan veracidad a las palabras de quien fuera también su gerente, creen que responden a la estrategia de un convicto para salir antes de prisión y recuerdan que «ha ido cambiando de versión diez veces en diez años». «Su credibilidad es nula», aseguró Casado.
El líder conservador fue más allá y apuntó a la existencia de una mano negra detrás de la confesión de Bárcenas, que llega en plena campaña electoral catalana y en la que corre el peligro de que Vox puede estar por encima del PP por primera vez. Casado sospecha que es el Gobierno, a través de la Fiscalía General del Estado que dirige Dolores Delgado, la que ha «cocinado» y «filtrado» el escrito del extesorero a diez días de los comicios autonómicos para socavar la credibilidad del PP. «Nos intentan perseguir –denunció– con todos los aparatos del Estado».
Para el presidente de los populares no es casualidad que las revelaciones coincidan con un momento en que el Ejecutivo tiene «problemas de reputación» por su mala gestión de la pandemia, por la crisis económica derivada de la misma y por sus continuos enfrentamientos internos. Una teoría que comparte su secretario general, Teodoro García Egea, que el jueves ya dejó caer la posibilidad de un pacto entre Delgado y Bárcenas con el único fin de perjudicar al PP. Las acusaciones del número dos de Casado enfadaron a las principales asociaciones de fiscales, que criticaron este viernes que se ponga en duda la «honestidad» del Ministerio Público.
El escrito que Luis Bárcenas remitió a la Fiscalía Anticorrupción ya tiene sus primeras consecuencias procesales. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, a cargo de la investigación de los denominados 'papeles de Bárcenas', relativos a la presunta financiación ilegal del PP mediante donaciones de constructores, citará al extesorero en fecha sin determinar para que ratifique y amplíe ese escrito, en el que expresó su voluntad de «colaborar» con la Justicia.
El instructor ha tomado esta decisión después de que el fiscal Antonio Romeral le haya remitido el escrito que recibió de Bárcenas en el que se ofrece para desentrañar el sistema «institucionalizado» de financiación ilegal del PP desde 1982.
En la pieza que instruye Pedraz se investiga si alguna de las donaciones que recibió la formación conservadora y que no declaró al Tribunal de Cuentas tuvo como finalidad una adjudicación concreta. Bárcenas asegura ahora en su escrito que, durante su época de gerente y tesorero del partido, hubo «algunos concretos casos en los que sí concurrió aquella motivación».
Según Bárcenas, era el extesorero Álvaro Lapuerta, fallecido en 2018, la persona encargada de recibir el dinero en métalico en su despacho de la sede de Génova o en los restaurantes «donde se quedaba con el donante», y que él en algún momento llegó a presenciar. También era quien hablaba con el ministro de turno «en razón de la obra o servicio al que pudiese afectar la concreta adjudicación pública».
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