Pablo Casado, este jueves en la isla de El Hierro. EFE/Vídeo: E. P.

Casado, «no se va callar» ante la «tardía» evacuación de Kabul

Pedro Sánchez pide a la oposición que abandone «la crispación y la confrontación» como única fórmula para erosionar al Gobierno

Jueves, 26 de agosto 2021, 19:48

Apenas unas horas antes de que se produjeran los dos atentados mortales en el aeropuerto de Kabul, Pablo Casado recuperó el discurso hostil con el Gobierno por haber «llegado tarde y mal» a la evacuación de Afganistán. La airada reacción del líder de la oposición ... después de días de moderada colaboración fue su respuesta a las críticas de la ministra de Defensa por «la falta de sentido de Estado» del PP en la operación afgana.

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Las buenas palabras que se han dispensado los últimos días Gobierno y oposición han sido un espejismo. Pedro Sánchez hizo este jueves desde la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata un llamamiento al PP a abandonar la estrategia de «crispación y enfrentamiento» y Casado replicó desde la isla canaria de El Hierro que «el sentido de Estado no es silencio. Así que un respeto a la oposición». El líder del PP volvió al tono ácido que había aparcado y recuperó la acusación al presidente del Gobierno de haber llegado «siete días tarde» a la evacuación de Kabul «porque estaba de vacaciones».

El detonante de las hostilidades fue un comentario del consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, en el que puso en duda la legalidad de la operación de salida en Afganistán porque el Gobierno no había solicitado la autorización previa del Congreso. La ministra de Defensa mostró su «estupor y vergüenza ajena» por «la ignorancia» del PP dado que no era necesario ningún permiso porque la evacuación forma parte de la misma misión militar en Afganistán (que ya estaba avalada por el Parlamento) y acusó al principal partido de la oposición de «falta de sentido de Estado». Margarita Robles se quejó de que el PP «en vez de felicitar a los militares españoles, que con riesgo para su vida están sobre el terreno, quieren utilizar políticamente esta actuación» contra el Gobierno.

Se enteró por la prensa

Para Casado esa respuesta fue una patada en la boca porque después de haber «apoyado responsablemente» al Gobierno en la evacuación, a pesar de los errores, «todavía se permiten decir lo que tenemos que decir como oposición». La operación, insistió, «se ha hecho sin pasar por el Congreso y por muchas fotos que se hagan, el Gobierno ha llegado tarde y mal».

La ley de Defensa Nacional, rechazada en su día por el PP, establece las Cortes deben autorizar las misiones militares en el extranjero, pero no, según el Gobierno, de cada movimiento dentro de la misma.

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Casado señaló que lo que debería hacer el Gobierno es «agradecer» a la oposición su apoyo en una operación llevada a cabo «sin información y sin transparencia» y de la que él «se enteró por la prensa». Una actitud, subrayó, diferente a la que tenían los socialistas cuando estaban en la oposición y «nunca» respaldaron las misiones impulsadas por el Gobierno del PP. El PSOE rechazó el envío de tropas a Irak, pero no a Afganistán cuando José María Aznar ordenó en 2001 el traslado de 450 soldados a ese país.

El líder de los populares insistió en que Sánchez debe ir al Congreso a dar explicaciones, y si no que tenga la entereza de decir que «no le da la gana ir». Callar, añadió, es «obediencia debida» y la oposición no está para eso, está para «decir las cosas claras».

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Un chaparrón de críticas que dejó en papel mojado el mensaje de Sánchez de abandonar «la crispación y la confrontación». El presidente del Gobierno lanzó hoy el mensaje con la mente puesta en la reforma del sistema de pensiones, aprobada el martes en el Consejo de Ministros y que ahora debe pasar por el Congreso. «Si estamos de acuerdo el Gobierno, y también sindicatos y empresarios, todos los grupos políticos tienen que estar de acuerdo», afirmó.

El problema para Sánchez es que de momento no tiene asegurada la colaboración de sus socios para aprobar la reforma. Al menos, Esquerra, EH Bildu y el BNG no están por la labor de respaldarla. Por eso busca la inusual complicidad del PP.

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Pero Casado dio un portazo inmediato a la petición. Explicó que la reforma no garantiza la sostenibilidad del sistema, el argumento contrario al que sostiene el Gobierno. «Es que -afirmó el líder del PP- no se cansa de mentir».

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