Casado ve tras la oferta de unos nuevos Pactos de la Moncloa el riesgo de «un cambio de régimen»

Eso es lo que fueron, ha insistido en la reunión telemática de los grupos parlamentarios del PP, los acuerdos del 77: «El primer pilar, junto con la ley de reforma política, antes de aprobar la Constitución, para superar un régimen intervencionista, entre otras muchas críticas, hacia una democracia europea». No es la primera vez, sin embargo, que los populares agitan el riesgo de ese «cambio de régimen». El argumento se ha esgrimido en ocasiones anteriores para censurar el proyecto político del PSOE por encontrar sostén en el Congreso en formaciones como Esquerra y por establecer el diálogo con el independentismo.

En todo caso, hay otras razones por las que el PP acoge con recelo la oferta y cuestiona la «sinceridad» de la propuesta. En primer lugar, porque los populares aseguran haber echado en falta una comunicación fluida durante la crisis sanitaria. Pero, además, en el partido hay fuentes que temen que, pasada la emergencia, el Gobierno trate de diluir su «responsabilidad» con un cierre de filas colectivo. A esta idea parecía apuntar Casado: «Se puede salir de esta crisis económica sin necesidad de mirar a meses vista para eludir responsabilidades o horrores inmediatos o incluso para intentar mutualizar esos errores con el resto, cuando nunca se ha contado con nosotros».

El líder de los populares pide al Ejecutivo que no «plantee señuelos para no rendir cuentas» y defiende que, en todo caso, se active el diálogo social y se exploren pactos en materia de pensiones, educación, seguridad, defensa, política territorial o competitividad industrial. También que los acuerdos entre fuerzas políticas «se residencien en el Parlamento».

La primera ocasión de tomar la temperatura al clima político será el jueves, en el pleno en el que se someterá a votación la prórroga del estado de alarma. El PP ya anunció el fin de semana, tras la llamada telefónica de Pedro Sánchez, que dará su apoyo al decreto. Pero condiciona el respaldo futuro a que el Gobierno acceda a someterse al control del Parlamento.

La actividad de las Cámaras ha sufrido un parón por la política preventiva de contagios y la necesidad de que las sesiones sean presenciales. Casado reclama, en todo caso, que las funciones de las Cortes se recuperen «cuanto antes». En estos momentos, además de los plenos obligados para la extensión del estado de alarma y las reuniones de los órganos de dirección, cada semana hay una convocatoria de la Comisión de Sanidad con la comparecencia del ministro Salvador Illa. El PP quiere, sin embargo, que se cree un marco específico de seguimiento de la crisis.

Además, ha actualizado su decálogo de propuestas con medidas como una paga extra a los profesionales sanitarios, la exención fiscal para los trabajadores de sectores esenciales durante el estado de alarma, la condonación del impuesto de sucesiones y donaciones en toda España para los herederos de fallecidos por coronavirus, la agilización del pago de las prestaciones, un plan de choque para la «reactivación económica» y una batería de reformas legales.