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La decisión de Isabel Díaz Ayuso de convocar elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid y romper su alianza con Ciudadanos es una bomba política cuyos efectos desbordarán los límites autonómicos y acabarán condicionando el futuro del centro derecha e incluso la estabilidad del propio ... gobierno de Sánchez. La presidenta ha roto la baraja a la vista del viraje de Ciudadanos hacia el centro izquierda de la mano del PSOE en Murcia. La sombra de la moción de censura que apartó a Mariano Rajoy de la Moncloa ha sido decisiva. Y la fragilidad del apoyo de los de Inés Arrimadas no auguraba terminar la legislatura. Ahora Ayuso ha decidido apostar fuerte en busca de la mayoría suficiente que le permita seguir al frente de Madrid sin depender de Ciudadanos. El riesgo es alto porque los adelantos electorales los carga el diablo. Que se lo digan a Sánchez. Pero sobre el papel la coyuntura política para Ayuso es favorable. Su valoración pública en Madrid ha subido muchos enteros por su gestión de la pandemia combinando salud y economía. Por el contrario, Ciudadanos, como se constató en las elecciones catalanas, está en uno de los peores momentos desde su fundación. El PSOE en realidad no tiene candidato para oponer a Ayuso porque ya se ha comprobado que Ángel Gabilondo, pese a ganar las últimas elecciones, no es capaz de ampliar la base electoral de la izquierda. Y con las prisas no parece posible que Sánchez se 'haga un Illa', improvisando una candidata conocida y con carisma.
Si algún dirigente del PP es capaz de arrastrar votos de Vox con el consabido recurso del voto útil es Ayuso en Madrid. Ese factor puede ser decisivo a la hora de obtener un triunfo claro sobre el PSOE y el conjunto de la izquierda madrileña. Madrid se va a convertir en un campo de pruebas para clarificar si es posible la convergencia del centro derecha en torno a una sigla como el PP y en base a qué tipo de discurso político. Pero también se van a dar cita en la batalla madrileña los proyectos del social-populismo frente a los conservadores. Como si fueran unas elecciones generales, en Madrid no se va a hablar de hostelería, toque de queda o vacunación. Se van a dar cita los grandes problemas nacionales: la España unida o plurinacional; la monarquía parlamentaria o la república confederal; la autodeterminación de Cataluña o la autonomía constitucional. El 'Ayusazo' le va a sorprender a Sánchez con el pie cambiado porque la estabilidad de su gobierno depende de las concesiones a nacionalistas, independentistas y populistas en materias tan delicadas como los impuestos, los okupas, los indultos a los secesionistas, el reparto de los fondos europeos. Si quiere competir con Ayuso en dar prioridad a los intereses generales se va a encontrar con la extorsión sus socios y si da prioridad a las exigencias de sus socios puede dar Madrid por perdida.
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