El PP ha avalado en seis votaciones al Gobierno para hacer valer sus escaños

El PP da crédito al Gobierno porque hace más ruido con sus desacuerdos que cuando con su abstención salva políticas gubernamentales o cuando da su apoyo a medidas del Ejecutivo.

Frente a los relatos y a las imágenes suyas y ajenas que quieren proyectar los partidos, están los datos de las votaciones. Y el PP ha dado su respaldo más o menos explícito en el Congreso a más medidas salidas de Moncloa de las que aparenta. La actuación del PP no es gratuita: regatea para dejar patente la debilidad parlamentaria del Ejecutivo y también hacer valer su peso en la Cámara.

Para empezar, el PP de Feijóo libró al PSOE de la creación de la comisión de investigación en el Congreso sobre el escándalo Pegasus que reclamaban algunos de sus socios parlamentarios, comenzando por el minoritario del Gobierno, Unidas Podemos.

Los populares (junto a Ciudadanos y Vox, como pasó con la votación sobre la comisión de investigación) facilitaron al Gobierno la tramitación de la Ley de Seguridad Nacional, al votar contra las enmiendas a la totalidad de Junts y ERC. También éste es un tema en el que hay discrepancias entre los dos socios de Gobierno.

Algo parecido sucedió con la Ley General de Comunicación Audiovisual: la abstención del PP fue esencial para que saliera adelante. Salvó otra vez al Ejecutivo de su propia división: Unidas Podemos, incluidos sus ministros, mostró su descontento con una abstención. Aliados habituales del Gobierno, como EH Bildu o ERC votaron en contra.

La maniobra del PP dejó más patente la debilidad del Ejecutivo en el Congreso cuando en el Senado votó a favor de una enmienda de Junts a la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual. Fue una decisión que conllevó la devolución de la norma a la Cámara Baja y, por tanto, el retraso en su entrada en vigor. No tuvo mayor importancia, pero mostró cómo el PPpuede jugar con sus votos y la a veces endeble mayoría de la investidura.

El mismo día que votaba esa enmienda en el Congreso, el PP respaldaba el nuevo sistema de cotización de los autónomos, pero rechazaba (aunque apoyaba su tramitación como proyecto de ley) la norma para la reducción del consumo energético. Tenía argumentos: si el primero se había diseñado con diálogo y acuerdo con los afectados, la segunda, no.

Desde que Feijóo se erigiera en presidente del PP, su partido ha favorecido la aprobación de medidas económicas más técnicas: votó a favor del Proyecto de Ley de Creación y Crecimiento de Empresas o de la Ley General de Telecomunicaciones y se abstuvo en la Ley Concursal. El PP cuenta en su haber (por error) que la reforma laboral saliera con su voto.