R.F.
León
Lunes, 9 de septiembre 2024, 08:20
No será suficiente con pagar el peaje por cruzar el Negrón. Ahora, el Principado de Asturias, abre la puerta a una tasa turística que tengan que abonar aquellos visitantes que pernocten en la provincia vecina.
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Esa es la última medida acordada por el gobierno asturiano con el objetivo de incorporar un impuesto, similar al de otras comunidades como Baleares, y que compense el gasto de los ayuntamientos para costear servicios en épocas de mayor afluencia, tal y como recoge El Comercio.
El nuevo gravamen turístico tiene aún matices que perfilar ya que se descarta que sea de carácter autonómico. Serán los ayuntamientos los que decidan si cobran a sus visitantes o no, teniendo ellos la última decisión. El Principado tan solo será el responsable del marco legal que regule la nueva tasa con una ordenanza municipal.
El impuesto ya ha encontrado la aprobación de algunos de los concejos más turísticos, especialmente los de la costa asturiana y la zona de Picos de Europa.
Cangas de Onís, Valdés o Cudillero se encuentran entre los que darían este paso y dispondrían de una cuota para los visitantes, con lo que ampliarían la recaudación ante la llegada masiva de gente. Más escéptico ha sido Ribadesella.
En contra de gravar a los foráneos están las dos principales ciudades asturianas, Gijón y Oviedo, que descartarían su aplicación.
El objetivo del Principado es que la tasa turística esté en vigor para el verano de 2025.
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