Asens, de aliado de Puigdemont a ministrable

Ahora, años después, quien no quería ni por asomo enfrentarse a los grupos radicales a los que llevaba años defendiendo como letrado, suena en las quinielas con opciones para sentarse en el Consejo de Ministros del Reino de España. Todo un vuelco para un independentista de convicción que se unió a los comunes desde la creencia de que España aún puede transformarse desde la izquierda y el soberanismo para dar un nuevo encaje a Cataluña dentro del Estado. Desde el activismo, nunca estuvo en primera línea de la política, hasta que le reclutó Ada Colau, amiga personal.

Su presencia en el Gobierno provocará de entrada un choque contradictorio con su jefe, el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez, en campaña, se comprometió a traer a España a Carles Puigdemont. Si sigue adelante con el plan deberá pedir consejo a Asens, porque el diputado de los comunes fue quien asesoró al expresidente de la Generalitat en su fuga a Waterloo. El letrado mantiene una estrecha relación con Toni Comín, diputado de ERC ahora mano derecha de Puigdemont en Bruselas. Suya fue la idea del «exilio» belga y él le puso en contacto con el abogado Gonzalo Boye, condenado a 14 años de prisión por colaborar con ETA, y quien ha pilotado la defensa del dirigente nacionalista desde octubre de 2017.

En 2018 Asens, tras ser teniente de alcalde de Barcelona junto a Colau, dijo que su paso por la política sería fugaz pues tenía intención de regresar a la abogacía para ser «defensor de los presos políticos» en el juicio del Supremo. Al final no lo hizo y dio el salto a la política nacional como candidato de los comunes, ejerciendo de enlace entre Pablo Iglesias y Ada Colau, distanciados desde hace tiempo.

La hemeroteca será una mina para la oposición porque el dirgente ha dejado clara su posición soberanista a favor de la vía unilateral en los últimos años. «A Puigdemont le creo. Le tengo respeto. Parece que quiere ir hasta el final y está dispuesto a asumir riesgos personales», dijo días antes de la declaración unilateral de independencia de octubre de 2017. El día 10 de octubre, después de la marcha atrás del expresidente, tuiteó: «Gracias, Puigdemont por volver a abrir la puerta del diálogo. Sabíamos que el camino no era fácil. Ni corto. Seguimos luchando juntos por la república catalana».

Si la presencia de Pablo Iglesias en el Consejo de Ministros quitaba el sueño al presidente del Gobierno, todo lo que ha dicho Asens sobre él puede provocarle insomnio permanente. No solo porque crea que los dirigentes secesionistas que están encarcelados son «presos políticos». «El discurso de Pedro Sánchez tras la sentencia me recordó al del Rey el 3 de octubre», dijo. «Votar a Sánchez es darle las llaves de la Moncloa a Casado», añadió. Y criticó que Pedro Sánchez «defendiera el indulto para los corruptos y torturadores» del GAL y no el de los presos secesionistas, a los que ha visitado en Lledoners.