Arrimadas abandona la presidencia de Ciudadanos: «No he sabido corregir el rumbo»

La ya expresidenta naranja, que continuará ejerciendo la labor de portavoz en el Congreso, reclamó que todos los miembros de la formación remen en la misma dirección porque, en el caso contrario, la supervivencia de Cs se antoja complicada. Arrimadas sostiene que da el paso de dejar la presidencia porque cree que los liberales tendrán «más opciones» con «un cambio radical» en la dirección.

Y el objetivo de la asamblea que finaliza hoy pasa por hacer efectivo ese cambio de calado al que alude la ya exlíder: eliminar la figura orgánica del presidente y dar paso a una bicefalia con un portavoz político y un secretario general, puestos que ocuparán Patricia Guasp y Adrián Vázquez, respectivamente.

La Ejecutiva que ambos han formado tras imponerse su lista en las primarias –Arrimadas ocupaba el último puesto de la candidatura– tomó posesión esta mañana tras el discurso que la dirigente pronunció ante cerca de 500 militantes en el auditorio La Nube de Pastrana, en Madrid. La tarea que sus miembros tienen por delante puede catalogarse de colosal. El partido, más dividido que nunca tras el choque de trenes entre Bal y Arrimadas, se enfrenta a un ciclo electoral este año que puede acercarles a la extinción.

El objetivo que en esta etapa se marcan los nuevos líderes de la formación naranja es el de rearmar electoralmente al partido de cara a las elecciones de mayo. Una última oportunidad de supervivencia para una formación relegada al ostracismo desde el traumático resultado de la repetición electoral de 2019. Ciudadanos perdió en aquella cita 47 de los 57 diputados cosechados en abril y dio comienzo a una etapa marcada por las sucesivas debacles electorales y la cascada de dimisiones. Antes de esas elecciones, el CIS llegó a otorgarle una estimación de voto superior a la del PP y pudo haber gobernado con el PSOE, pero los liberales habían escogido como socios preferente a los populares y el acuerdo con el PSOE nunca tuvo lugar.

Precisamente, una de las consignas que Guasp y Vázquez ya han dejado claro es que Cs se ceñirá únicamente al programa electoral a la hora pactar con un partido u otro. Algo en lo que la portavoz parlamentaria también incidió cuando quiso reivindicar el espacio propio de los liberales: «No os dejéis llevar por cantos de sirena. Otros partidos no quieren nuestro proyecto, solo nuestros votos», apuntó en clara referencia al PP.

Para volver a alzar el vuelo Cs debe atajar primero decisiones como la del papel que ahora asumirá Bal. La intervención de Arrimadas durante la asamblea también estuvo repleta de dardos que, aunque sin mencionarlo de forma expresa, iban dirigidos a Bal.

«Normalmente, quienes se creen más importantes son los más prescindibles», dijo antes de añadir que «no se puede combatir el cainismo en España matando a Abel todas las semanas». La nueva Ejecutiva se reúne mañana y debe decidir, entre otras cosas, si el aún portavoz adjunto de los liberales continúa en su puesto o no.