Aragonès anticipa «acuerdos en proceso de maduración» en la mesa con el Gobierno

Según Aragonès, la continuidad de la mesa es necesaria a pesar del contexto general de guerra en Europa, de pandemia y crisis económica. «Estamos absolutamente comprometidos con la mesa», ha asegurado. El objetivo de la siguiente reunión es a su juicio cerrar algún acuerdo que permita mantener la confianza mutua de cara a poder resolver el conflicto político de fondo en Cataluña. «Hace falta tiempo», ha admitido. El acuerdo entre las dos administraciones en la reunión del foro pactado entre PSOE y ERC para buscar una salida al pleito catalán podría estar relacionado con la escuela catalana.

Aragonès ha llamado a ampliar el consenso suscrito entre PSC, ERC, Junts y los comunes en defensa del modelo de inmersión como respuesta a la sentencia del TSJC que obliga al Govern impartir el 25% de las clases en español. «Hay que evitar que la orden de un tribunal fije cómo aprenden catalán nuestros hijos. Lo tenemos que decidir nosotros. Lo que no regulemos nosotros lo regularán los tribunales. Hagámoslo nosotros con el objetivo de garantizar el aprendizaje y el uso del catalán», ha señalado. Junts se sumó a ese acuerdo y más tarde se desmarcó, desde el argumento de que habría que ampliar el consenso con algunas entidades nacionalistas.

El presidente de la Generalitat ha aplaudido que se quiera ampliar ese consenso, pero ha advertido de que es muy importante que el PSC y los comunes sigan en el pacto. «El catalán no puede ser lengua de parte, la lengua solo de los independentistas», ha afirmado. Aragonès ha cargado contra quienes desde el independentismo le piden que desobedezca la sentencia. «Las llamadas a la desobediencia son retóricas vacías», ha señalado. Y ha puesto el ejemplo de la legislatura anterior en que el Govern presidido por Qim Torra «cumplió todas» las resoluciones judiciales que le obligaban a impartir el 25% de español en centros educativos

Aragonès ha presentado un plan para hacer frente a la crisis que se deriva de la guerra en Ucrania. El Govern prevé un gasto extra de 120 millones para la acogida de refugiados de la guerra y ha reclamado al Gobierno central que flexibilice el objetivo de déficit de las autonomías del 0,6% a 1% del PIB, para poder disponer de mil millones adicionales.