Aragonès, día 1: visita a los presos y la CUP ocupa la sede de ERC

La CUP, que votó a favor de su investidura, no es que no se esperara a los cien días de gracia, es que no le dio ni 12 horas. A primera hora de la mañana, antes de que el jefe del Ejecutivo autonómico llegara al Palau de la Generalitat y estrenara su sillón en el despacho, la CUP ya se había echado a la calle. Los anticapitalistastas, a travès de su rama juvenil Arran, ocuparon durante horas la sede de ERC, como protesta por la actuación de los antidisturbios de los Mossos en un desahucio en un piso de Barcelona. En primera línea del desalojo se situaron cuatro diputados de la CUP frente a los agentes. Primer aviso de la legislatura a Pere Aragonès de la formación nacionalista: o cambia el modelo policial, o los anticapitalistas estarán en la oposición. Forma parte del acuerdo suscrito entre Esquerra y la CUP y Aragonès reiteró este martes su compromiso de modificar los protocolos policiales para casos concretos de desalojos de casa ocupadas.

En el debate de investidura, los anticapitalistas advirtieron de que si en unas semanas no ven cambios en este sentido y si Interior no retira a los antidisturbios de los desahucios, dejarán de apoyar al Govern. Se esperan meses de conflictividad social, como consecuencia de la crisis, y la CUP ya avisa al Gobierno catalán que no tiene un cheque en blanco. La estabilidad del ejecutivo está cuestionada desde el primer día. Primero por parte de la CUP, pero más adelante lo será también por parte de Junts, que mantiene la pugna con Esquerra. Dirigentes de ambas formaciones siguen lanzándose dardos casi a diario, a pesar del acuerdo de coalición.

La segunda carpeta del primer día en la oficina para el president fue la de los presos. Como ya hizo Quim Torra, Aragonès se estrenó en el cargo visitando a los presos del 'procés' en las cárceles. El presidente de la Generalitat espera hablar en los próximos días con Pedro Sánchez para trasladarle su predisposición a resolver a través del diálogo el conflicto catalán. La primera meta volante de esta nueva etapa en las relaciones entre ambos ejecutivos la marcará la decisión del Gobierno sobre los indultos. Aragonès afirmó este martes que será «bienvenida», cualquier medida que «ayude a aliviar el dolor de los presos». Tres de ellos (Junqueras, Sànchez y Cuixart) acudieron a su toma de posesión y el presidente de Òmnium dejó una de las imágenes del día, al abrazarse con el ministro de Administraciones Públicas, Miquel Iceta. Resolver el conflicto será «mi obsesión», dijo Aragonès en el discurso de investidura.

La otra prioridad será el de la lucha contra la pandemia y sus consecuencias económicas. El dirigente republicano se estrenó el domingo como presidente electo en un acto de CCOO, para marcar perfil social, y su primer acto oficial tras su toma de posesión fue este martes una visita al servicio de salud mental para niños y jóvenes del Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona). Su primer anuncio fue que de manera inmediata su ejecutivo, en cuanto esté plenamente operativo, pondrá en marcha un plan integral de salud mental y emocional para hacer frente a las consecuencias de la pandemia.

Después de que Aragonès firmara el decreto de nombramiento, los catorce consejeros del nuevo Govern tomarán este miércoles posesión del cargo en el Palau de la Generalitat.