Amnistía pide excarcelar «de inmediato» a Cuixart y Sánchez

Cuixart y Sánchez, dirigentes de las dos principales organizaciones independentistas catalanas, fueron enviados el lunes a prisión provisional imputados por sedición por liderar una multitudinaria concentración en Barcelona el 20 de septiembre que impidió durante horas la salida de policías que registraban un edificio del Gobierno catalán.

Autoridades catalanas los han descrito como presos políticos y miles de personas salieron a las calles de Cataluña en su defensa, pero el gobierno español defiende que en el país hay plena separación de poderes. Para Amnistía, ambos líderes han tenido una "respuesta judicial desproporcionada, según el derecho internacional", pero la oenegé no califica a los detenidos como «presos políticos». A su juicio, ambos podrían ser perseguidos por "una alteración del orden público", pero imputarlos de sedición, lo que puede ser penado con diez años de cárcel, y su prisión provisional "constituyen restricciones excesivas de su derecho a la libertad y de reunión pacífica".

Amnistía dijo que los líderes "animaron a los manifestantes a concentrarse" frente a la consejería catalana de Economía, pero "no parece que animaran [...] a utilizar la violencia", por lo que los daños sufridos por varios vehículos de policía "no deberían atribuírseles directa ni indirectamente".

El auto de la Audiencia Nacional los señala como los "principales promotores y directores" de la multitudinaria concentración, durante la cual en un momento dado ambos se subieron sobre un vehículo de la Guardia Civil española y llamaron a "la movilización permanente". El encarcelamiento de Cuixart y Sánchez se produjo en medio de la crisis por la apuesta independentista de las autoridades catalanes, resistida de plano por el gobierno central español, que podría suspender la autonomía de la región si el presidente catalán, Carles Puigedemont, no depone sus ambiciones antes de la mañana del jueves.