Secciones
Servicios
Destacamos
«Tranquilidad, tiempo y discreción». El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, prefiere caminar con pies de plomo y evitar los errores de su antecesora, Arancha González Laya, para tratar de recuperar las relaciones diplomáticas con Marruecos. Este miércoles, durante una visita a Lisboa ... para reunirse con su homólogo portugués, en la que también abordó la organización de la 32 Cumbre luso-española que tendrá lugar en Trujillo (Extremadura) el 28 de octubre, reconoció la necesidad de abrir vías «para construir confianza y solidez», pero reconoció que aún no hay fecha para una visita oficial al país vecino, tradicional primer destino de los nuevos jefes de la diplomacia española
Desde que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, entrara en España para tratarse la covid-19 en un hospital de Logroño, la actitud de Marruecos frente a España ha sido hostil. Un mes más tarde, entre el 17 y el 18 de mayo, se produjo el cenit de la crisis con la entrada de más de 10.000 ciudadanos marroquíes a través de la frontera con Ceuta, que varios miembros del Gobierno calificaron como «invasión».
Desde entonces, los canales entre ambos países han estado cerrados. Rabat no incluyó a Algeciras como uno de los puertos permitidos para la Operación Paso del Estrecho y la embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich, advirtió a España de que la salida de Ghali no era suficiente para finiquitar la crisis. Todo con la soberanía del Sáhara Occidental como telón de fondo.
Ahora Albares reconoce que retomar las relaciones con Rabat «es fundamental». «Es un país amigo y socio estratégico de primer orden», apostilló.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.