El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. EFE

El PP constata la dificultad de cerrar con Vox un pacto para la Mesa del Congreso

Los populares condicionan el acuerdo a que Abascal acepte reservar un puesto para Ciudadanos

Nuria Vega

Madrid

Lunes, 2 de diciembre 2019, 18:03

La legislatura comienza este martes con una votación compleja y secreta que puede deparar sorpresas. Congreso y Senado eligen a sus presidentes y a los miembros de los órganos que gobernarán las Cortes en este mandato. Y la duda es si Vox, con 52 diputados, ... obtendrá representación. Pablo Casado confirmó el lunes la disponibilidad del PP a prestar sus votos para que la ultraderecha entre en la Mesa de la Cámara baja, aunque con la condición de que en el pacto se reserve un puesto para Ciudadanos. Un requisito que, según fuentes liberales, el partido de Santiago Abascal no acepta.

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Por «tradición» parlamentaria, el presidente del PP no se opone a que Vox, tercera fuerza, esté presente en este órgano. Y, en coherencia, los populares se han mostrado en las últimas horas favorables a colaborar con los de Abascal, pero sin olvidar a su socio «prioritario» en los gobiernos territoriales y locales: Ciudadanos.

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Con 10 diputados, la formación que lideraba Albert Rivera no tiene músculo para pelear por la Mesa. Pero el PP ha planteado la negociación como una escenificación de España Suma en la que los populares lideran el espacio de la derecha fragmentado en tres. De este modo, Casado se garantizaría los dos diputados que le corresponden y contribuiría a que sus socios entren en el órgano en igualdad de condiciones, con un parlamentario cada uno. Vox aspira, en todo caso, a tener dos puestos, aun a riesgo de quedarse sin ninguno. Y eso pone a los conservadores en una posición difícil.

Fuentes populares no descartaban esta mañana, en caso de fracaso de los contactos con los de Abascal, buscar el apoyo de otro partido para intentar repartirse en un tres-uno con Ciudadanos los representantes que puede amarrar la derecha frente a los cinco de la izquierda. Pero Vox se quedaría definitivamente fuera.

Hace días que el debate sobre qué hacer con el partido de Abascal ha estado abierto en el PP y, si bien algunos dirigentes apostaban por no llegar a pactos y que los populares se limitasen a conseguir sus portavoces en la Mesa, otros abogaron por no alimentar «el discurso victimista» de la ultraderecha y facilitar su representación. Sobre todo, teniendo en cuenta que la legislatura puede ser corta.

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