José Luis Ábalos sigue enredándose consigo mismo a cuenta de su encuentro pretendidamente secreto en Barajas con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, la madrugada del pasado lunes 20 de enero. El ministro de Transportes, a través de su departamento, reconoció este viernes que, en ... contra de los que había sostenido hasta el momento, sí que estuvo con la 'número 2' de Nicolás Maduro en la terminal ejecutiva de la T 1 de Barajas.
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No es un hecho baladí. Este espacio vip, que acoge a los pasajeros de vuelos privados y jets, está considerado a todos los efectos territorio nacional (de hecho se han producido detenciones en ese recinto) con lo que el ministro socialista habría admitido que supo que Rodríguez, que tiene prohibida la entrada a la Unión Europea desde 2017, sí que habría entrado en el espacio Schengen y que él mismo fue testigo de esa violación de las directrices de Bruselas.
Hasta ahora, Ábalos había sostenido que exclusivamente se vio con la mano derecha de Maduro en el interior de su Falcón, en el que hacía escala hacia Turquía, y solo por espacio de 25 minutos. En la nueva versión del Gobierno, el ministro, por cuestión protocolaria y tras la charla en el interior del aparato, se vio «forzado» a acompañar a la vicepresidenta chavista a la sala vip para despedirla. Fue un «dos besos y hasta luego», según sostienen fuentes ministeriales, que insisten en que el dirigente socialista se limitó a recordar a Delcy Rodríguez la prohibición de pisar territorio nacional, evitando «una crisis diplomática»».
Esta nueva versión del Gobierno sobre lo ocurrido se produce solo 24 horas después de que PP y Vox denunciaran el encuentro ante la Fiscalía y pidieran expresamente las grabaciones de las cámaras de seguridad de las pistas y la terminal ejecutiva. Unas imágenes -explicaron responsables de la seguridad del Estado- en las que se aprecia perfectamente a Ábalos.
Según han revelado estas mismas fuentes, tras la marcha del ministro de la sala vip, Rodríguez y su comitiva no se quedaron solos. Ábalos ordenó que un asesor de su ministerio y un diplomático de Protocolo de Exteriores acompañaran al grupo de dirigentes venezolanos.
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Estos mismos dos altos funcionarios escoltaron a Rodríguez de la T1 a la T4, por la carretera abierta al público (obviamente territorio nacional) para que cogiera un avión comercial a Doha (Catar).
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