La política que ayudó a los jóvenes a emanciparse

Al mismo podían acceder los jóvenes de entre 22 y 30 años que ganaran menos de 22.000 euros brutos anuales -la previsión inicial era que hubiera 360.000 beneficiarios de media por ejercicio, aunque en el año de su desaparición no llegaban a los 180.000- y la medida reactivó el mercado de vivienda en arrendamiento, aunque a la vez creó una notable burocracia dado que cada comunidad autónoma -que tiene transferencias competencia en esa materia- tuvo que crear oficinas específicas para los trámites.

De otro lado, también impulsó la puesta en marcha (en enero de 2008) de los primeros juzgados de primera instancia especializados en agilizar desahucios por impago de alquiler, como remedio para resolver el atasco de este tipo de pleitos y el problema social que se estaba generando ya.