El Gobierno califica de «respuesta medida y proporcionada» el bombardeo de EE UU en Siria

Los misiles de crucero Tomahawk con los que EE UU atacó anoche la base aérea de Al Shairat partían de dos destructores que tienen su base en Rota, Cádiz, aunque según la Moncloa hacía días que se encontraban desplazados a las costas israelíes. El Gabinete de Trump no informó, pese a ello, al Ejecutivo de manera directa hasta culminada la operación. "Fue a través de la OTAN como se dio la primera información y, después del ataque, EE UU remitió una carta a todos los aliados -ha especificado Íñigo Méndez de Vigo-; por lo tanto, el Gobierno español ha estado informado como el resto de los aliados de la OTAN".

Fuentes del Gobierno sostienen que no se ha cambiado de posición sobre cómo proceder en este conflicto y apuntan que, si acaso, la modificación se ha producido en EE UU. "Queda claramente limitado qué es lo que apoyamos", argumentan al tiempo que consideran que la operación es "puntual". De hecho, el comunicado establece que "ha sido un ataque contra una base militar, no contra objetivos civiles" y que "sirve para mermar las capacidades militares del régimen de volver a utilizar este tipo de armas contra su población".

El uso de armamento químico supone, a juicio del portavoz del Gobierno, "un hecho diferencial muy importante". Además, Méndez de Vigo defiende que la nota emitida por la Moncloa "está en línea" a la de países como Francia, Alemania, Gran bretaña, Japón o Australia. "Somos socios leales", ha concluido.

En cualquier caso, el Gobierno "lamenta" que el bloqueo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el conflicto sirio no haya permitido una "acción concertada internacional" y hace un llamamiento "para que se ponga en marcha cuanto antes un proceso político de transición" que garantice la paz en Siria y que esté dirigido por la ONU.