El Congreso de los Diputados, en 2014.

La igualdad avanza, pero no tanto

Aunque en esta legislatura hay más mujeres que nunca en el Congreso, ellas siguen siendo minoría

Ander Azpiroz

Miércoles, 8 de marzo 2017, 00:27

En el Congreso de los Diputados hay en estos momentos 140 mujeres. Se trata del hemiciclo con más mujeres desde que empezó la Democracia y sin embargo las diputadas representan el 40% del conjunto de la Cámara Baja. De los principales partidos con representación en ... el Congreso, Unidos Podemos es la formación que cuenta con mayor porcentaje de mujeres, con 33 diputadas frente a 34 diputados. Ciudadanos, en cambio, se erige como la formación que menos diputadas tiene: solo ocho son mujeres y 24 hombres.

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La actual presidenta del Congreso de los Diputados, tiene una extensa trayectoria en el sector sanitario y en el político. La suya es una carrera ascendente que le llevó a convertirse en ministra de Sanidad en la última legislatura de José María Aznar y en titular de Fomento en la primera de Mariano Rajoy. Y, pese a que su vida profesional no ha estado exenta de sacrificio, no siente haber tenido que lidiar con más obstáculos que cualquier hombre con un recorrido homologable al suyo. No creo que haya sido peor tratada por el hecho de ser mujer, aunque he de reconocer que hay un problema real en la sociedad, advierte Pastor.

En el diagnóstico, lo relevante, a su entender, no es tanto si hay más mujeres en puestos de responsabilidad, que también, sino si tienen las mismas oportunidades para alcanzar las esferas en las que se toman diariamente decisiones importantes. Ese es el reto social que plantea la presidenta. En este sentido, apuesta por trabajar en tres áreas: la educación, la protección de las víctimas de malos tratos y el desarrollo de aquellas medidas que permitan la conciliación para evitar que las mujeres tengan que escoger entre su vida personal y laboral.

No podemos olvidar la necesidad seguir luchando con más ahínco si cabe por terminar con la violencia de género, defiende Pastor. En este terreno insiste en que se ha avanzado, aunque queda mucho por hacer. Todo esto forma parte del diálogo parlamentario y de los trabajos de la Comisión de Igualdad. De ahí que la presidenta del Congreso destaque la importancia de que cualquier medida que se adopte goce de un amplísimo consenso, tal y como ha sucedido hasta ahora.

Irene Montero (Madrid, 1988) es la única portavoz en el Congreso de los Diputados de siete grupos parlamentarios. Es un puesto, reconoce, al que le ha costado llegar más de lo que le hubiera supuesto a un hombre. Feminista de los pies a la cabeza, para Montero "la política es un ámbito tradicionalmente hecho por hombres en el que las mujeres siguen viviendo situaciones de desigualdad". "A día de hoy -afirma la dirigente de Podemos- sigue sin haber paridad entre los diputados y diputadas, y esta brecha aumenta cuando observamos posiciones de más poder y responsabilidad como las portavocías de comisiones, o las portavocías de los grupos parlamentarios".

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Ella es la voz de Unidos Podemos en la Cámara baja y representa a 67 diputados, el tercer grupo más numeroso del hemiciclo. Pero llegar al cargo, que asumió a finales de febrero en sustitución de Íñigo Errejón, ha sido más complicado que para cualquiera de los seis hombres que ocupan el resto de portavocías. "No he conocido una sola mujer que participe en política, a cualquier nivel, que no haya tenido que enfrentarse a dificultades por el hecho de serlo", confirma Montero. "Por supuesto -continúa- que nos cuesta más abrirnos paso, y por eso es tan importante que entre nosotras nos reconozcamos la fuerza, la paciencia, el tesón y la pasión que ponemos cada día para desarrollar nuestro trabajo".

Las medidas a adoptar para acabar con la discriminación de género es "interminable", en opinión de Montero. La primera de ellas debe de ser blindar partidas presupuestarias para las políticas de igualdad y contra las violencias machistas porque "sin presupuesto no existe posibilidad de desarrollar las políticas, incluso aunque se aprueben en el parlamento".

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La segunda acción a tomar tiene que ver con hacer que las políticas de igualdad "lleguen a cada rincón de la vida política, de forma transversal". Y para ello, mantiene la portavoz de Podemos, es "necesario dar un giro de 180 grados a las políticas de austeridad aplicadas por la Triple Alianza". En concreto, Montero apunta a las reformas laborales como las aplicadas por el PP y el PSOE. Según valora, "a causa de estas la precariedad y la temporalidad aumentan, y esto afecta de forma especial a las mujeres porque crece la brecha salarial y las mujeres asumen mayoritariamente los contratos temporales". Por otro lado, "con políticas de recortes en sanidad, educación o dependencia, somos las mujeres las que mayoritariamente asumimos las tareas de cuidados en la familia, lo cual dificulta nuestro desarrollo laboral y nuestra calidad de vida".

En el repaso de su trayectoria no recuerda haber tenido que pelear más que sus compañeros varones por alcanzar cargos directivos en la cúpula del partido. De hecho, lo atribuye a que nunca se planteó estar en la política activa. "Los acontecimientos siempre han ido por delante de mí -explica-, casi nunca he sido yo la que ha tomado la decisión, sino que han sido otras personas las que me han planteado estar ahí".

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Aun así, no es ajena a la situaciones de desigualdad que sufren muchas mujeres y a las "trabas" que se encuentran por el camino. En el caso de la política, según su experiencia, no puede hablarse de disparidad de trato cuando hombres y mujeres ejercen sus tareas en el Congreso, el Gobierno o los partidos. Pero sí cree que ellas siguen teniendo "más dificultad para acceder y permanecer" en los cargos. "Todavía las renovaciones siguen siendo a costa mayoritariamente de las mujeres", lamenta Navarro.

En cuanto a la senda que queda por recorrer, la dirigente socialista se muestra preocupaba por las mujeres en general, independientemente de la profesión que ejerzan. A su juicio, debe "ponerse el acento en las medidas que indirectamente" garantizan la igualdad de oportunidades. "Lo que necesitamos es poder acceder a un empleo en condiciones, tener un salario digno y contar con que el Estado desarrolle medidas que hagan posible que las mujeres no tengan que elegir entre quedarse al cuidado de la familia o desarrollar su vida profesional", reivindica. En definitiva, recuerda, que si un miembro de la pareja necesita solicitar una excedencia o una reducción de jornada, no tenga que ser siempre ellacasi de manera obligada por cobrar menos. La equiparación de condiciones conllevaría, tal y como lo argumenta Navarro, la libertad para decidir.

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Un voto cambió su vida. Una sola papeleta de ventaja le dio la victoria en las primarias de Ciudadanos como candidata a la presidencia de Canarias en 2015. Aunque no pudo ser entonces -se quedó a las puertas de la Cámara insular-, Melisa Rodríguez (Londres, 1986) no tiró la toalla y se presentó al 20-D consiguiendo un escaño por Tenerife. "Nunca he sentido que mi condición de mujer limitase o favoreciese mis posibilidades en la política", reconoce. Donde si que ha notado algunas dificultades, o "prejuicios" ha sido en algunas reuniones sectoriales, en las que ni su edad, ni el hecho de ser mujer "han favorecido que de primeras me tomasen en serio". Afortunadamente, esta situación "se ha ido corrigiendo".

A sus 30 años, esta arquitecta es una de las jóvenes promesas del equipo de 32 diputados de Albert Rivera. En apenas dos años ha ido adquiriendo relevancia en el partido a nivel nacional, primero desde los platós de televisión y ahora desde el Congreso, donde es portavoz adjunta de Ciudadanos. Las mujeres que ocupamos altos cargos de responsabilidad en política seguimos siendo menos que los hombres, asegura.

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Rodríguez considera que hay que seguir avanzando hacia una igualdad real y efectiva. En su opinión, la sociedad debe garantizar que todas las mujeres españolas cobren lo mismo que los hombres por hacer un mismo trabajo o que nos contraten a todos en igualdad de condiciones sin preguntarnos si vamos a ser madres próximamente.

La diputada liberal reconoce que en España aún queda mucho por hacer para conseguir la plena igualdad. En este sentido, apuesta por trabajar en materia de racionalización de horarios, en destinar recursos a las escuelas infantiles (0 a 3 años) o en mejorar el mercado laboral para acabar con tantos contratos precarios que hacen que las mujeres de nuestro país no den el paso de ser madres.

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