El Gobierno balear descarta que la agresión a una niña de 8 años sea un caso de 'bullying'

El informe de Inspección descarta completamente que se trate de un caso de bullying y constata que la víctima es una alumna integrada en el centro, muy estimada tanto por alumnos cómo por profesores y con una evolución académica positiva. Los informes oficiales concluyen que la agresión en un colegio de la barriada de Son Roca se produjo por una disputa por una pelota sin ninguna intencionalidad previa. En ningún momento -insiste- se detectó en los alumnos implicados intención previa de agredir a la alumna sino un acto no premeditado para quitarle la pelota, lo cual no los exime de una conducta grave. La investigación determina que hubo siete escolares del centro implicados en la agresión a la niña: dos alumnos de 8 años, un alumno de 9 años, uno de 10, dos de 11 años, y uno de 12.

Las autoridades educativas baleares, tras entrevistarse con la víctima y su familia, la dirección del centro, las dos profesoras que ejercía de cuidadoras en el patio y los presuntos agresores, sostienen, no obstante, que los hechos deben considerarse como conductas gravemente perjudiciales para la convivencia en el centro -al mediar agresión física y un altercado con riesgo de provocar lesiones- y acuerdan expulsar, desde hoy mismo, a cinco de los alumnos implicados por un período de cinco días y a otros dos escolares, en los que aprecia un menor grado de intervención en el ataque, por un período de tres días.

Las mayores sanciones son para dos alumnos de 8 años y uno de 9, que fueron los que iniciaron la agresión y actuaron de manera más violenta, y para dos de 11 y 12 años, por el abuso de edad y por no haber hecho nada por parar la agresión. Los dos expulsados por tres días tuvieron una participación menos activa y violenta.

La Inspección, a la vista del suceso, que ha desatado una gran alarma entre los padres de alumnos, también recomienda que, a partir de ahora, la vigilancia de los alumnos en los colegios de Primaria de la comunidad durante la hora de patio sea ejercida por un profesor más (tres) y obligará a los siete estudiantes implicados en la agresión a participar durante varias semanas en su horario de recreo en actividades para trabajar las normas de juego y el respeto a sus compañeros. El centro realizará, de igual manera, y con motivo del incidente, talleres para evitar nuevos actos de violencia en las aulas y mejorar la convivencia en el centro.

La Consejería de Educación balear también ha anunciado hoy que está dispuesta a gestionar el traslado de la víctima del ataque a otro centro educativo de Primaria de Palma si en ello insiste su familia, aunque aún trata de convencerla para la mantenga en el Anselm Turneda, porque considera que, pese a este hecho ocasional, es una alumna muy estimada en el centro.

Para sostener su afirmación, la Consejería señala en un comunicado que los alumnos sancionados han reconocido su participación en los hechos y se muestran muy arrepentidos de su intervención. Así lo quieren hacer saber a su compañera, por lo cual le están escribiendo una carta para que se recupere pronto y vuelva a clase para continuar jugando al fútbol con ellos.

La agresion

Según la narración del incidente hecha por la Inspección, se habría producido sobre las 12:00 horas, en el patio, donde alumnos de varios cursos habían jugado un partido de fútbol. Al finalizar el patio la alumna habría cogido la pelota. Alumnos del equipo contrario, que habrían perdido el partido, corrieron detrás de la niña hasta que la pillaron. La niña habría caído al suelo, presuntamente empujada por alguno o algunos de los alumnos, iniciándose un forcejeo. Todos estos hechos habrían sucedido en un espacio de tiempo inferior a un minuto, explica el informe.

Se concluye -abunda la investigación- que uno de los alumnos habría empujado a la alumna como consecuencia de lo cual habría caído al suelo y habría continuado un forcejeo por la posesión de la pelota. Otro alumno se habría añadido al forcejeo y un tercero empujado involuntariamente por una alumna, empujada también por otro, cayeron todos sobre la niña que retenía la pelota. Otros dos alumnos se tiraron sobre la niña también para quitarle la pelota. En el forcejeo, uno de ellos habría pegado alguna patada a la alumna sin determinar si eran al grupo de niños, a la niña o a la pelota, una vez en el suelo.

El informe de la Inspección también da a entender que la actuación de profesores y dirección del centro tras el incidente fue la adecuada. Después de los incidentes -indica la Consejería- la niña continuó las clases con normalidad y ni la tutora ni otros profesores, que la vieron entre las 12:00 y las 14:00 horas, observaron ninguna secuela física que hiciera evidente que la alumna necesitaba de asistencia médica ni siquiera del botiquín del centro. Sólo mostraba unas pequeñas marcas en el codo y en la pierna, compatibles con la caída al suelo, caída motivada posiblemente por el forcejeo al disputarse la posesión de la pelota que ella tenía aferrada muy intensamente.

El equipo directivo -insiste el informe- estuvo pendiente de la evolución de la niña en todo momento y desde el instante en que se tuvo noticia del ingreso hospitalario, el mismo día de los hechos, la directora, la jefe de estudios y el secretario la visitaron en el hospital, hablaron con la niña y con los padres, preocupándose por su estado y poniéndose a disposición de la familia para lo que pudieran necesitar.