Francisco Apaolaza
Domingo, 16 de octubre 2016, 00:36
El fiscal decano de Madrid lleva años en la pelea de las bandas. José Hidalgo, que se encarga de coordinar las labores judiciales con la Brigada de Información sobre Tribus Urbanas de la Policía, ha visto lo suficiente como para saber que cuando hay una ... muerte como la del joven asesinado en Vallecas el pasado día 25, «se desencadena una espiral de violencia».
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Madrid es la capital de las bandas que mantienen algunas otras posiciones en Barcelona. En la capital conviven cuatro grandes grupos: dos de origen ecuatoriano -ñetas y latin kings- y otros dos dominicanos, los trinitarios y los domincan dont play. Los equilibrios están cambiando.
En Madrid se practicaron en todo el año pasado, 139 detenciones. «Este año llevamos ya 170». «No van a más porque están muy presionadas», admite el fiscal, una de las piezas fundamentales de toda la inteligencia que se desarrolla entre policía y fiscalía y que permite sumar los cargos de pertenencia a banda criminal a los de los delitos que hayan cometido los acusados.
Esta coordinación que se ha llevado a cabo hace años en la ciudad de Madrid, se va a extender a la provincia. Esa misma presión policial ha llevado a los pandilleros a abandonar la ciudad y extenderse a otros municipios como Móstoles, Fuenlabrada o Alcorcón. Además, el seguimiento de las fuerzas de Seguridad ha echado a los pandilleros de los parques. Ahora, los dirigentes se refugian en pisos okupas. El fiscal calcula que solo en Madrid son más de 50las viviendas que sirven de refugio a los grupos de delincuentes.
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