Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, a su entrada en la sala donde se han reunido.

Sánchez: «Ha sido una reunión perfectamente prescindible»

El líder del PSOE se reafirma en su 'no es no' tras el encuentro con Rajoy y avanza que en caso de investidura fallida la pelota seguirá estando en el tejado del candidato del PP

NURIA VEGA

Lunes, 29 de agosto 2016, 08:29

Veinte minutos ha tardado Pedro Sánchez en despachar su encuentro con Mariano Rajoy y en reafirmarse en su 'no' a la investidura del candidato del PP. Ambos dirigentes se habían citado en el Congreso de los Diputados a 24 horas de que arranque la sesión ... de investidura que, salvo sorpresa, resultará fallida en las votaciones del miércoles y el viernes. "Ha sido una reunión perfectamente prescindible", ha liquidado el líder del PSOE.

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En manos de los socialistas ha depositado el PP todas sus opciones de éxito. Pero la abstención de los 85 diputados de Sánchez no será posible esta semana. Aun así, el secretario general de la segunda fuerza política se sacude toda culpa. La responsabilidad de que el señor Rajoy pierda la investidura es en exclusiva del señor Rajoy, ha insistido, tras recordar que su adversario tenía la labor de buscar que la aritmética se pusiera de su lado. Y es más, avanza que la pelota seguirá estando en el tejado del presidente del Gobierno en funciones a partir del 2 de septiembre: La responsabilidad seguirá recayendo en el señor Rajoy.

A partir de ahí, Sánchez se mueve en la ambigüedad sin esclarecer si está dispuesto a promover una alternativa de izquierdas. El PSOE -reitera- estará siempre en la solución (), cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente. Del mismo modo, tampoco descarta la convocatoria de un nuevo Comité Federal cuando se sucedan hechos que puedan alterar al posición del PSOE. Sería en ese marco en el que los socialistas podrían replantearse su postura, tanto el 'no' rotundo a facilitar un Ejecutivo del PP como a la posibilidad de tender puentes con otras formaciones del espectro ideológico de la izquierda. Los procesos de investidura son vivos, veremos qué ocurra tras esas fechas, ha dejado en el aire.

De momento, los cuatro años de gobierno de Rajoy, los casos de corrupción que asolan al PP y el acuerdo con Ciudadanos, que Sánchez tacha de conservador y continuista, sirven al líder de los socialistas para justificar su rechazo a la investidura del presidente. No hay mayor ejercicio de coherencia, ha defendido.

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