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Varios cargos del gobierno valenciano de Francisco Camps fueron espiados.
Los servicios secretos cubanos espiaron a políticos españoles

Los servicios secretos cubanos espiaron a políticos españoles

El CNI desvela que una red de agentes castristas recopiló en 2005 datos “personales y profesionales” sobre esas personalidades y, en particular, sobre miembros del Gobierno de Francisco Camps

Melchor Sáiz-Pardo

Jueves, 9 de junio 2016, 07:19

Con pelos y señales. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) desvela la existencia de una activa red de espionaje cubano en España para evitar que uno de sus colaboradores logre acceder a la nacionalidad española. El CNI ha tenido que facilitar todo tipo de datos ... sobre esta trama que existe desde hace más de una década y que extiende sus tentáculos entre Valencia y Barcelona ante la Audiencia Nacional a fin de conseguir que los jueces vetarán la naturalización de este empresario cubano y que éste no pudiera alegar indefensión, tal y como venía haciendo. La red, de acuerdo con los documentos del CNI, llegó a recopilar información tanto personal como profesional de políticos españoles.

El documento que -por primera vez y de forma oficial- constata la existencia de un entramado de espionaje castrista en España es una reciente de la Audiencia Nacional fechada el pasado abril, a la que ha tenido acceso este periódico, y que acaba de ser notificada a los servicios jurídicos del Estado. La Abogacía representó al Ministerio de Justicia y al CNI en este proceso en su empeño por negar la ciudadanía a este empresario asentado en Valencia por considerarlo un riesgo la seguridad del Estado por haber espiado para las autoridades de La Habana, en particular a políticos españoles y, singularmente, valencianos.

En esa resolución, cuyo ponente es el magistrado Francisco Díaz Fraile, la Audiencia Nacional da la razón a la Administración y confirma la negativa a nacionalizar al empresario cubano de 39 años, afincado en Valencia y a pesar de que el extranjero es residente en España desde 2000 (desde 2005 de forma legal), tiempo suficiente para otorgarle la ciudadanía. Para justificar su decisión, la sala hace público buena parte de un informe del CNI fechado el 3 de marzo de 2015 que afirma que el cubano, que regenta una conocida empresa de viajes en la capital del Turia, es una estrecho colaborador de la Dirección General de Inteligencia (DGI) cubana, que al menos desde 2005 ayuda al espionaje castristas y que ha pasado datos sobre personalidades españolas a La Habana a través del consulado cubano en Barcelona.

El CNI para conseguir evitar la nacionalización no escatima en datos en su informe, dejando al descubierto la red de espionaje cubana en España. XXX (su identidad se omite voluntariamente por este periódico) reside en España desde el año 2000. Desde entonces ha dirigido un entramado empresarial de varias empresas vinculadas con agencias de viajes, asesoría jurídica y trámites documentales, relacionadas todas ellas directa o indirectamente con Cuba. En la sentencia se recoge el nombre de esas mercantiles.

Contrainteligencia

XXX desvela el CNI- ha recibido formación en contrainteligencia en la escuela de la Dirección General de Contrainteligencia (DGCI) cubana Hermanos Tamayo, uno de los principales centros de espionaje de la hoy renombrada como Dirección General de Inteligencia (DCI), el organismo del Ministerio del Interior (Minint) encargado sobre el papel de la seguridad interior, el contraespionaje de servicios extranjeros o la lucha contra la disidencia. En esa escuela, explica el informe del espionaje español, XXX coincidió con el hijo del actual ministro del Interior cubano. Aunque en estos momentos no es personal activo del Minint cubano, XXX colabora con éste a favor de intereses cubanos.

Explica el Centro Nacional de Inteligencia que en el año 2005, XXX solicitó a un periodista español cercano a él la elaboración de perfiles de políticos españoles de la Generalitat Valenciana responsables de áreas de interés para los propósitos de la inteligencia cubana (inmigración y solidaridad). Los fragmentos reproducidos en la sentencia no revelan qué altos cargos del Gobierno de Francisco Camps fueron objeto de seguimiento.

Su objetivo era, tal y como él mismo manifestó, pasar esos informes a oficiales de inteligencia cubanos destacados en el consulado de Cuba en Barcelona, además de enviarlos a Cuba, al objeto de que utilizaran esa información en beneficio de Cuba y en su estrategia de obtención de financiación para proyectos cubanos en España que posibilitaran la realización de acciones de influencia, apunta el documento del CNI.

La relación informativa con este periodista se mantuvo durante varios meses, obteniendo XXX durante este periodo (a cambio de una remuneración económica) información privada, tanto personal como profesional, sobre políticos de instituciones españolas, abundan los servicios de inteligencia españoles, que, una vez más, no dan nombres de los espiados.

Desde su llegada a España y hasta la actualidad XXX mantiene estrechas relaciones con miembros del despliegue diplomático vinculados al servicio de inteligencia cubano. Él mismo ha manifestado en diferentes círculos que colabora con los Servicios de Inteligencia cubanos, y varios miembros de la Dirección General de Inteligencia (DGI) cubana le señalan como estrecho colaborador de éstos, concluye el dossier.

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