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Viernes, 18 de abril 2025, 22:28
Aquona trabaja por y para Castilla y León. No en vano, son 56 años los que la empresa, referente en gestión sostenible del agua, lleva operando en distintos municipios de la comunidad. La compañía mantiene desde su nacimiento la premisa de ser una empresa cien por cien del territorio, cuya máxima no es sólo estar al cuidado de las personas, sino también de formar parte de la vida diaria de cada uno de las localidades en las que está presente.
Para ello, a lo largo de estos casi 60 años, Aquona se ha esforzado en impulsar la gestión eficiente y tecnológica del agua para hacer frente al cambio climático. En este sentido, la empresa ha hecho de la innovación y las nuevas tecnologías dos de sus grandes aliadas para dar respuesta a estos desafíos que mucho tienen que ver con la disminución de los impactos sobre el medio ambiente y con ofrecer un mejor servicio y un entorno más saludable a los ciudadanos.
Todo esto ha sido posible gracias a la clara apuesta de la compañía por buscar instrumentos que hagan cada vez más eficiente la gestión del recurso hídrico. Además, tal y como ha asegurado Jesús García del Valle, director ejecutivo de Aquona en Castilla y León, la empresa pone su empeño en «avanzar en la transformación ecológica mediante la economía circular y, cómo no, las alianzas».
En el primero de los casos, García del Valle ha destacado la transformación de la Estación de Aguas Residuales (EDAR) de Palencia en una ecofactoría, una instalación que cuenta con elevados niveles de eficiencia energética y donde el agua tratada y los fangos de depuración se destinan a otros usos, contribuyendo de forma activa en el progreso de la capital palentina hacia una ecociudad.
Otro claro ejemplo es la EDAR de Briviesca (Burgos). En esta instalación, los profesionales de Aquona someten al agua a un tratamiento terciario mediante membranas de ultrafiltración que permite reutilizar el recurso en la central de biomasa instalada a las afueras de esta localidad burgalesa.
La digitalización, la inteligencia artificial, la monitorización o la geolocalización son algunos de los instrumentos de los que hace uso Aquona para no desperdiciar y poder darle una segunda vida al agua, es decir, para tratar el recurso de tal forma que permita ser reutilizado con todas las garantías de calidad. «Hemos avanzado hacia una transformación digital con la implantación de nuevas tecnologías y soluciones innovadoras en, prácticamente, todas las fases que implican la gestión del abastecimiento».
En el segundo de los casos, Aquona pone de manifiesto la necesidad de mantener una clara colaboración entre empresas, administraciones y centros de investigación, una colaboración público-privada que siga permitiendo la mejora del servicio en todos los ámbitos, desde el cuidado del agua a la atención de las necesidades de sus clientes y, por supuesto, de toda la sociedad.
«Las alianzas entre empresas y administraciones son la única fórmula de éxito para gestionar los servicios públicos con los niveles de calidad y profesionalidad que merecen los ciudadanos», ha argumentado García del Valle, que ha hecho hincapié en la necesidad del esfuerzo inversor por parte de las administraciones, como «titulares y garantes de los servicios públicos», para hacer frente al mantenimiento y renovación de las infraestructuras y, así, «volverlas resilientes frente a los desafíos climáticos».
En opinión del responsable, «sólo combinando el conocimiento y la aplicación de las soluciones tecnológicas más punteras que aporta la parte privada y la inversión pública que garantice la renovación de las infraestructuras y su correcto mantenimiento, se podrá llegar a materializar ese modelo de gestión sostenible del agua e impulsor de la transición ecológica que el entorno necesita».
Y es que, las empresas, «como es el caso de Aquona, aportan experiencia en la gestión, personal altamente cualificado, innovación, tecnología y capacidad de inversión», ha señalado el director ejecutivo de la compañía en Castilla y León, algo que, entre otras cosas, ha permitido lograr la «sensación de pertenencia a los municipios», en tanto que se ha trabajado por «aportar valor añadido en términos de empleo, educación y colaboración con el tejido social».
Por ello, Jesús García del Valle ha hecho hincapié en la importancia que tiene, tanto para las administraciones como para todos los ciudadanos, «confiar en una empresa que garantice que las posibles incidencias que puedan darse en el suministro de agua se solucionen de manera rápida por equipos capaces y competentes». Y eso es «justamente lo que hace Aquona, cuyo trabajo en este más de medio siglo de vida ha permitido hacer de la gestión del agua el motor del desarrollo y de la transición ecológica en los más de 60 municipios de Castilla y León» en los que opera.
Con todo ello, el director ejecutivo de Aquona en la comunidad ha insistido en que el trabajo que realizan los casi 600 empleados de la compañía «tiene como objetivo garantizar unos servicios de agua, saneamiento y depuración sostenibles, eficientes y de la más alta calidad», sin olvidar, «en ningún momento, que el ciudadano será siempre el centro de toda nuestra acción».
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