Tendencias: los coches blancos y plata ceden ante colores cálidos

Durante los últimos años el blanco, el negro, el gris y el plateado han sido los más populares en todo el mundo, y en particular en Europa. Estos tonos ofrecen una apariencia elegante y atemporal, además de ser versátiles y fáciles de combinar con cualquier interior.

Pero en los últimos tiempos, estos tonos han perdido protagonismo a favor de los colores más cálidos. El beige, el amarillo y ciertos tonos de verde están ganando terreno, especialmente en regiones como Europa, Medio Oriente y África.

Estos colores transmiten una sensación de calidez y optimismo, y se asocian con la naturaleza y la sostenibilidad. En Asia-Pacífico el color negro y el gris y plata son los preferidos por los conductores.

El estudio de Basf también destaca que cada vez más consumidores buscan personalizar sus vehículos con colores únicos y exclusivos, una tendencia a lo que los fabricantes de automóviles están respondiendo ofreciendo una gama más amplia de opciones de color y acabados especiales. En general se busca crear efectos visuales más sofisticados y personalizados, como acabados metalizados, perlados y mate. Además, los colores de los vehículos están comenzando a inspirarse en dispositivos electrónicos y gadgets.

Adicionalmente, la preocupación por el medio ambiente ha llevado a los fabricantes a desarrollar pinturas más sostenibles y ecológicas, utilizando materiales reciclados y reduciendo las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV).

La elección del color de un automóvil es una decisión personal que puede verse influenciada por diversos factores, como la personalidad, ya que el color del coche puede reflejar la personalidad y el estilo de vida del conductor.

La moda y las tendencias culturales influyen en las preferencias de color de los consumidores, y además en regiones con climas cálidos, los colores claros pueden ayudar a mantener el interior del vehículo más fresco. Un factor no menos importante es el valor de reventa, ya que algunos colores pueden depreciarse más rápido que otros.