Rafale, el nuevo nombre de Renault inspirado en motores aeronáuticos de los años 30

Para bautizar este modelo, cuya presencia y diseño no dejarán indiferente a nadie, la elección recayó en un nombre fuerte y cargado de emoción. Y con un toque de audacia. Porque Rafale impresiona tanto a la mente como al oído. Y es que en Renault los nombres siempre tienen un significado o una historia.

En concreto, el nombre de Rafale está cargado de historia y cuenta con un prestigioso historial de éxitos en la aviación francesa. Esta herencia comenzó con Louis Renault hace 89 años. No todo el mundo lo sabe, pero el nombre pertenece a Renault desde 1936. A principios del siglo XX, Renault fue pionera en la fabricación de motores de combustión interna para automóviles, trenes y aviones. «Con esta apuesta por la aeronáutica, Renault ya se preocupaba por el rendimiento y por superar las expectativas», comenta Sylvia Dos Santos, responsable de la Estrategia de Denominaciones de la Dirección Global de Marketing de la marca Renault.

Louis Renault era un apasionado de la aviación y adquirió las empresas de aviación Caudron en 1933. Creó entonces la sociedad Caudron Renault y rebautizó todos los aviones Caudron con el nombre de vientos: el C460 se convirtió en el Rafale en 1934, el C500 en Simoun, el C640 en Typhoon y el C714 en Cyclone.

El primer Rafale de la historia, el Caudron Renault C460, era un avión de carreras monoplaza. Diseñado para batir récords, sólo se fabricaron unos pocos ejemplares. Esta confidencialidad podría haberlo hecho caer en el olvido. Sin embargo, el atrevido diseño, la aerodinámica de vanguardia y las extraordinarias prestaciones de este avión han dejado su huella en la historia de la aeronáutica y lo han convertido en un mito. «El espíritu pionero y el gusto por superarse a sí mismo también estaban presentes en célebres aviadoras como Maryse Bastié y Hélène Boucher», explica Dos Santos.

Fue a bordo del Rafale donde la célebre Hélène Boucher batió varios récords de velocidad, entre ellos el de los 1.000 kilómetros femeninos, alcanzando los 445 km/h el 11 de agosto de 1934. En un guiño a la historia, «la base de entrenamiento y las pistas del aeródromo Caudron Renault estaban situadas en Guyancourt, donde se encuentra el actual Renault Technocentre», señala Dos Santos.

El diseño distintivo del Caudron Renault Rafale es obra de Marcel Riffart. Este genial ingeniero aerodinámico también trabajó en el diseño de coches Renault, como Nervasport y Viva Grand Sport. Viva Grand Sport era un modelo único, extremadamente lujoso, propulsado por un motor de 6 cilindros en línea. En los anuncios de la época se veía a Hélène Boucher, contratada por Renault en aquel momento, conduciendo este modelo.

La aviación, como la automoción, es una disciplina pionera que impulsa el progreso y la innovación. En consonancia con su ilustre herencia, el nuevo Renault Rafale aspira a la excelencia en diseño y aerodinámica. Con sus impresionantes líneas, es el coupé SUV emblemático de la gama alta de Renault.

«El nombre Rafale se asocia inmediatamente a tecnología, prestaciones y audacia, así como a placer de conducción y agilidad. Apoyándose en nuestra historia, Rafale es un nombre muy significativo que transmite perfectamente el posicionamiento de nuestro futuro SUV coupé de gama alta. Estoy seguro de que Rafale tendrá un futuro prometedor junto a los demás vehículos de la gama Renault», afirma la responsable de la Estrategia de Denominaciones de la Dirección Global de Marketing de la marca Renault.

El nuevo Rafale representará, por tanto, el alto de gama de Renault. Para ilustrar la gran ofensiva de la marca en el segmento D, junto con el nuevo Espace, este modelo necesitaba un nombre fuerte, impactante y con carácter. Lejos de ser ordinaria, la elección del nombre Rafale está llena de significado y coherencia.

«En los años 30, la tecnología utilizada en el avión Caudron Renault fue un auténtico laboratorio para el desarrollo de los coches del futuro, del mismo modo que hoy la Fórmula 1 es una fuente de tecnología para nuestros vehículos actuales», comenta Dos Santos.

Con su sonido pegadizo y el hecho de que hace referencia a una fuerza de la naturaleza, el nombre se relaciona con la aerodinámica y la eficacia. Esto es particularmente apropiado para un coche con un diseño como el nuevo Rafale. «Rafale evoca el viento, que esculpe su carrocería aerodinámica. Remite inmediatamente a la silueta aerodinámica y al fuerte carácter de nuestro vehículo», concluye.