¿Qué es la lluvia engelante y por qué es tan peligrosa en la carretera?

También conocida como lluvia gélida, es un fenómeno meteorológico bastante peculiar y peligroso. Se produce cuando las gotas de lluvia, al entrar en contacto con una superficie cuya temperatura está por debajo de los 0ºC, se congelan instantáneamente formando una capa de hielo transparente y muy resbaladiza.

Para que se produzca la lluvia engelante, se necesitan una serie de condiciones atmosféricas específicas, como una capa de aire cálido en altura. Las gotas de lluvia se forman en las capas altas de la atmósfera, donde la temperatura es superior a 0ºC.

Además es necesario que haya una capa de aire frío cerca del suelo. A medida que las gotas de lluvia descienden, atraviesan una capa de aire frío cerca de la superficie terrestre, pero no se congelan inmediatamente.

Al entrar en contacto con una superficie cuya temperatura está por debajo de 0ºC, las gotas de lluvia se congelan instantáneamente, formando una capa de hielo transparente y muy resbaladiza.

La lluvia engelante puede causar numerosos problemas y peligros, tanto para personas como para bienes materiales. Las carreteras y aceras recubiertas de hielo se vuelven extremadamente resbaladizas, aumentando el riesgo de caídas y accidentes de tráfico. La capa de hielo que se forma sobre el asfalto reduce drásticamente la adherencia de los neumáticos, lo que aumenta considerablemente el riesgo de accidentes de tráfico. En caso de nevadas o heladas intensas, es recomendable utilizar cadenas o neumáticos de nieve.

La lluvia engelante puede cubrir las señales de tráfico y hacer que la calzada sea más difícil de ver, lo que limita la visibilidad de los conductores. En casos extremos puede provocar daños en el asfalto y en otras infraestructuras viarias.

Además el hielo puede dañar cultivos, líneas eléctricas y otros tipos de infraestructura. En casos extremos, las nevadas acompañadas de lluvia engelante pueden aislar localidades enteras.

Por eso, si se prevén heladas, es recomendable evitar conducir o hacerlo con mucha precaución, reduciendo la velocidad y manteniendo una distancia de seguridad con otros vehículos.