El coche de Shawny Sander: «Tengo un clásico y me encanta conducirlo para aclarar mi mente»

«Conducir me aporta sensación de libertad», dice Sander. «Tengo un coche clásico y me encanta conducirlo para aclarar mi mente. Es una de las pocas cosas que realmente consiguen relajarme. Por eso disfruto tanto al volante».

Tanto ella como su novio son aficionados a los coches. Él, además, dirige un taller especializado en clásicos. También su padrastro era mecánico, así que eso de ensuciarse las manos no es nada que le resulte extraño. De hecho, es fácil verla trabajando durante horas en su propio Volkswagen clásico.

«Actualmente conduzco un Volkswagen Type 3 que tiene bastantes similitudes con un Porsche, ya que también tiene un motor bóxer en la parte trasera», dice. «Es superfiable y voy con él a todas partes. Pero algún día quiero cumplir mi verdadero sueño, que es poseer un Porsche. Llevo tiempo ahorrando para ello. El objetivo es restaurar uno yo misma, para poder aprender y sentirme orgullosa al final del proceso. Me fascina todo lo que esconde un coche, con sus pequeños detalles».

Aunque le resulta interesante como objeto de diseño, en realidad, Sander considera al automóvil como una vía de escape que le permite sentirse libre de las exigencias de su trabajo y del día a día. El simple hecho de salir a conducir es una forma de liberación. «Ir más allá es traspasar un umbral invisible», como explica el narrador en la nueva película de Sight Magazine que presenta a Sander y su compañera de viaje Lisa-Marie Bosbach.

«Para escapar de los confines de tu estado actual. Para ir más allá de lo que nunca fuiste, sin ataduras de tiempo ni espacio». Sander conduce por el simple hecho de hacerlo, permitiendo que el camino la lleve, perdiéndose en el pensamiento y la realidad. Haciendo esto, siempre termina encontrando algo nuevo.