Qué coche me compro, diésel, gasolina, gas, híbrido, enchufable o eléctrico

Pero si muchos antes no tenían claro si les convenía optar entre una u otra motorización, menos ahora si deben escoger entre un coche térmico convencional, uno mejorado con microhibridación, uno híbrido o enchufable o uno totalmente eléctrico. O, con vistas al futuro, uno de hidrógeno, ahora que ya por fin se venden en España. Repasamos sus principales atractivos e inconvenientes, en función del uso que vayamos a realizar, de la mano de Ignacio García, analista de Sumauto.

No vive sus horas más populares, pero sigue imbatible para quién recorra más de 20.000 kilómetros al año, por su mayor eficiencia y, por ahora, menor coste por litro. Además, el mayor par de estos propulsores permite extraer mejor desempeño a los motores, para afrontar terrenos rotos o arrastrar pesos. Una ventaja más es la caída del precio de compra en los últimos meses.

La opinión del experto: Aunque han perdido el favor del mercado, su menor consumo -un 15% menos que un gasolina- y menor coste de carburante mantiene a las mecánicas Diésel como la mejor alternativa para aquellos conductores que necesiten realizar un elevado kilometraje anual en un uso mayoritariamente no urbano. Gracias a nuevas tecnologías como el filtro de partículas o la micro hibridación incluso pueden beneficiarse de la etiqueta ECO.

A quién le interesa: Al que recorra muchos kilómetros fuera de las grandes ciudades.

Son propulsores relativamente asequibles y cada vez más eficientes. Además son de manejo suave y progresivo, y muy divertidos, sobre todo cuando se incrementa su potencia. La moda en los últimos años, el «downsizing», con motores más pequeños y ligeros con turbo, convive con nuevas fórmulas, como el encendido por compresión controlado por chispa.

La opinión del experto: Pese a un consumo más elevado y a un mayor precio del combustible, su menor coste por kilometro respecto a cualquier homónimo Diésel lo convierte en la alternativa ideal para aquellos conductores que se muevan por debajo de los 20.000 kilómetros al año (lo que supone la inmensa mayoría de nuestro parque móvil). Son motores además con menos emisiones de NOx en comparación con un homólogo de gasóil.

A quién le interesa: A quién recorra menos de 20.000 kilómetros al año.

La microhibridación, hibridación ligera o «mild hybrid» es una garantía de futuro para los motores de combustión. Éste trabaja en paralelo con una batería de 24 o de 48 voltios que alimenta un motor eléctrico, que actúa cuando se viaja a velocidades constantes, durante la frenada o cuando el coche se detiene, además de ofrecer su apoyo. Ahorra entre 0,3 y 0,7 litros a los 100.

La opinión del experto: Más allá de la asignación del distintivo ECO junto con sus ventajas en estacionamiento y restricciones de tráfico, esta tecnología no aporta ninguna ventaja mecánica destacable. Hasta la próxima revisión de los criterios de asignación de las etiquetas medioambientales, son una buena alternativa para aquellos conductores urbanitas que pongan las ventajas del distintivo ECO por encima de otros criterios.

A quién le interesa: A aquel que busque o necesite una etiqueta ECO.

La tecnología híbrida convencional es especialmente eficiente en ciudad y en atascos, donde presumen de agilidad al salir desde parado y de confort y silencio de marcha. Las baterías permiten aprovechar la energía cinética o las frenadas, energía que de otra manera se desperdiciaría. Pero el peso extra del sistema hace que su elección sea menos interesante en carretera abierta.

La opinión del experto: Con un menor consumo respecto cualquier diésel o gasolina, los modelos híbridos serían una opción razonable para cualquier conductor si no fuera por su mayor coste de adquisición que eleva el kilometraje conveniente para su amortización. Muy recomendable para uso VTC, taxi o para residentes en extrarradio. Hay varias opciones, en función de si el motor de combustión propulsa al conjunto, funciona como generador o ambos.

A quién le interesa: A quién vaya a hacer kilómetros en carretera o en atascos.

El uso de gas GLP y GNC permiten las menores emisiones en motores de combustión. Este tipo de vehículos utilizan dos depósitos. Uno para la gasolina y otro para el gas a presión. De este modo, si no se puede repostar gas, el vehículo funciona como un coche de gasolina «normal». Utilizando gas se puede conseguir un ahorro del 50% respecto a la gasolina.

La opinión del experto: Mientras mantengan a una menor carga fiscal, las mecánicas de gas son una buena alternativa si buscamos una conducción más verde y económica beneficiándose además del distintivo ECO. Estas ventajas no están restringidas a coches nuevos, sino que también son extensibles a cualquier gasolina de ocasión con un motor post Euro3, dado que se puede instalar un kit en un taller especializados. El problema: pocas «gasineras».

A quién interesa: Al que tenga cerca una «gasinera» y busque ahorrar

Los híbridos enchufables combinan un motor de combustión con uno eléctrico, que se carga enchufándolo a la red. Esto permite una autonomía en modo eléctrico de unos 50 km de media, por lo que consiguen la etiqueta CERO emisiones. Ahorra en recorridos diarios circulando en eléctrico, y el motor de combustión permite viajes largos sin tener que depender de la autonomía.

La opinión del experto: Mismo inconveniente que para un híbrido, pero con una mayor brecha económica. Además, su mayor cualidad, es a su vez su mayor enemigo, dado que el mayor peso necesario por la inclusión de baterías más capaces, les obliga a dotarse de mecánicas de mayor potencia que disparan su consumo en los ciclos no eléctricos. el factor «picaresca» juega en su contra dado que según diversos estudios, sus propietarios no suelen cargarlos.

A quién interesa: A quién pueda pagar el mayor precio inicial, realice viajes diarios inferiores a la autonomía eléctrica del vehículo y ocasionalmente un viaje largo, y tenga un cargador en casa.

En la práctica los coches 100% eléctricos son los únicos que no emiten gases nocivos. Aunque algunos ya superan los 500 km de autonomía, su uso más lógico es para recorridos urbanos, donde logran la máxima eficiencia. Aprovechando las tarifas de bajo coste de la electricidad, recorrer kilómetros puede resultar muchísimo más económico que cualquier otro vehículo.

La opinión del experto: La alternativa ecológica por excelencia. A pesar de un casi testimonial coste de mantenimiento (que compensa el elevado coste de adquisición) comparado con cualquier mecánica de combustión, y de su cada vez mayor autonomía y velocidad de recarga, la red de «electrolineras» actual no los hace aún recomendables para un uso despreocupado más allá de un entorno urbano o de extrarradio (Tesla aparte).

A quién interesa: Para quién no haga viajes largos, o como segundo o tercer coche, y tenga cargador en casa o en el trabajo

Por primera vez, en 2019 se vendieron en España dos coches de hidrógeno: un Hyundai Nexo y un Toyota Mirai. La tecnología de hidrógeno ofrece las ventas de un coche eléctrico con la posibilidad de realizar una recarga completa en menos de cinco minutos. Sin embargo, la casi inexistente oferta de puntos de recarga en España -y en Europa- dificulta su expansión.

La opinión del experto: Tecnología muy a futuro principalmente porque con la técnica actual, la energía necesaria para la obtención, transporte y almacenamiento del hidrógeno no lo hace viable económicamente a gran escala. Por ahora hay una ausencia casi total de «hidrogeneras» en España y en la mayoría de países del mundo (Japón, Corea del Sur y Alemania llevan la delantera), aunque se están dando pasos para incrementar su número en los próximos años.

A quién interesa: Tecnología aún muy poco implantada.