El coche de Álex González: «Me siento cada día como si estrenara coche nuevo»

El actor nació en el barrio de Lavapiés (Madrid) en el seno de una familia humilde, dedicada en parte a la música, de ahí su pasión por el mundo del espectáculo, aunque él apostó más por la interpretación. A sus 40 años, y tras pasar por multitud de trabajos hasta conseguirse en una reconocida cara en cine y televisión, tiene muchas otras pasiones. De hecho, detalla a este periódico que «siempre» ha sido «un apasionado de los coches, por eso disfruto mucho poder tener acceso a las últimas novedades, en diseño, tecnología y seguridad gracias a BMW«.

Y es que González conduce un BMW X4 M Competition, un modelo del que destaca «su diseño, es perfecto para combinar campo y ciudad por sus dimensiones, aunque estas no afectan en absoluto a su interior, que es muy amplio. Pero, sobre todo, la seguridad, ya que tiene todo tipo de ayudas para que disfrutes de una conducción segura, eso me da mucha tranquilidad«. Incluso »supera con creces todas mis expectativas« a lo que esperaba antes de adquirirlo. »Me siento cada día como si estrenara coche nuevo«, subraya.

El actor madrileño recuerda, tras sacarse el carné de conducir a los 19 años y aprobar «todo a la primera», su primer coche: «Un Renault 21 Inyección que me regalo mi tío para aprender, aunque a los cuatro meses lo cambie por un Golf». Pero, a pesar de que fue poco tiempo, este coche guarda «muchos, muchísimos secretos, ya confesables todos, aunque no me daría para contarlo en una sola entrevista», confiesa el actor entre risas. Eso sí, resalta su primer viaje largo a Cádiz desde Madrid, unos 650 kilómetros. «Recuerdo perfectamente esa efervescente primera sensación de libertad y euforia de poder ir donde quieras sin depender de nadie«, manifiesta.

En la actualidad, a la hora de elegir un coche, para Álex González prima más la «sostenibilidad». «Y en ese sentido BMW lo esta haciendo francamente bien, ofreciendo cada día más modelos eléctricos o híbridos», detalla, además de resaltar el asistente de aparcamiento, un «gran invento», aunque «siempre se me ha dado bien aparcar».

El actor, que guarda en su garaje un coche -del que considera que un dueño dice «absolutamente» mucho de su dueño-, una moto y dos bicicletas, insiste, por último, en que se considera un buen conductor, por lo que prefiere ir «siempre al volante, aunque si el/la conductor/a me da confianza pongo la música y me olvido de todo en el asiento del copiloto.