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Yamaha Wolverine RMAX 4 1000 LE F.P.
Probamos las nuevas Yamaha RMAX 1000, una familia de buggies extraordinariamente fáciles y divertidos

Probamos las nuevas Yamaha RMAX 1000, una familia de buggies extraordinariamente fáciles y divertidos

IVÁN BOLAÑO DOFORNO

Miércoles, 26 de marzo 2025

Quiero reconocer en estas primeras líneas del artículo que acudí a la invitación de Yamaha con el nerviosismo de quien se enfrenta a algo totalmente desconocido. No había conducido nunca un buggy, en resumidas cuentas. Sin embargo, al poco rato de estar pilotando una de las unidades RMAX 1000 disponibles en el evento, por pistas forestales empinadas, embarradas, con roderas de medio metro, cruzando inmensos charcos, escalando piedras… Vaya, una excursión off road de tremenda dificultad, mi tensión inicial se fue convirtiendo en tranquilidad y confianza, como quien conduce un coche utilitario por una apacible carretera. Y, he de decir, que este «milagro» capaz de convertir a un novato en un usuario con ínfulas de Carlos Sainz en el rally Dakar es única y exclusivamente mérito del vehículo.

La gama Wolverine de Yamaha, en su versión de un litro de cilindrada, ha vuelto a subir su altísimo listón para afianzarse en el segmento de los Side by Side como los productos de referencia y más exclusivos disponibles en el mercado. Las RMAX 1000 están compuestas por cinco versiones en diferentes formatos -de 2 o 4 plazas, con o sin espacio de carga, etc.- que comparten la misma plataforma y genética premium basada en tecnología, confort y equipamiento de vanguardia, pero todas ellas enfocadas a acometer las mismas experiencias todoterreno en las que no importa la complejidad sino las ganas de disfrutar del entorno natural, a sabiendas de que la máquina es capaz de superar cualquier obstáculo con precisión y comodidad, y sin la necesidad de que el encargado del volante tenga una gran experiencia o pericia.

Los «lobos» de Yamaha disponen de un poderoso motor bicilíndrico en paralelo de 999 cc -DOHC, 8 válvulas, 4 tiempos, refrigeración líquida- con 120 CV y 96 Nm, de entrega tan contundente como suave en todos los regímenes, con la línea roja en las 8.500 rpm, y con un empuje progresivo que se valora principalmente cuando teníamos que afrontan terrenos muy empinados y abruptos, pues el tacto del acelerador y su respuesta inmediata permitían superar con detalle los obstáculos. Pero si la mecánica tiene su importancia en estos escenarios, las suspensiones son las grandes protagonistas, pues de su trabajo depende que el habitáculo sea un remanso de paz o lo contrario.

Yamaha Wolverine RMAX 4 1000 LE F.P.

En el caso de las RMAX, es elogiable la adaptabilidad y buenhacer con la que se «tragaban» los abruptos senderos de Les Comes (Barcelona), impresionante enclave montañoso en el que tuvo lugar la presentación. No importaba el desnivel o tipo de superficie, con sus amortiguadores FOX 2.0 QS3, los Wolverine lo absorbían a golpe de pedal con la solvencia de quien camina por la mullida arena de una playa, ofreciendo grandes niveles de articulación a baja velocidad, pero también en las zonas más rápidas a campo abierto. Disponen de un sistema D-Mode con tres modos de conducción -Sport, Trail y Crawl- que puede ir cambiando el usuario a través de un accesible botón a la derecha del volante para adaptar la respuesta del gas a las diversas condiciones del entorno. Otro sistema, el On-Command, con las habituales opciones de tracción 2WD, 4WD y 4WD con bloqueo de diferencial, en esta versión estrena un nuevo modo Turf para lograr un radio de giro más cerrado. La transmisión es CVT Ultramatic con embrague centrífugo automático, ofrece una entrega de potencia constante y un frenado suave del motor, y se agradece principalmente en las zonas más técnicas o descensos.

Gama Yamaha Wolverine RMAX 4 1000 2025 F.P.

A bordo, los habitáculos son robustos y cualitativos, con asientos ajustables, iluminación interior LED azul, interruptores retroiluminados y mucho almacenamiento.

El modelo tope de gama es el RMAX 4 1000 LE (desde 32.990 euros), un Side by Side de cuatro plazas armado de equipamiento hasta los dientes y con plataforma de carga, que actualmente es todo un líder de su clase, y que fue el gran protagonista de la presentación. Respecto a sus hermanos, además de unos gráficos en la carrocería de edición limitada y con un interior más cualitativo pintado a juego con los asientos y las costuras, dispone de una mayor distancia entre ejes (3.090 mm), y se percibía en general una mayor estabilidad sobre todo en los giros más rápidos y cerrados, donde esta versión parecía tener un plus de equilibrio y confort. Además, equipa suspensión electrónica regulable desde la cabina que facilita mucho al conductor la tarea. Yamaha proclama que la caja de cambio de ROV de estos vehículos es la más duradera del mercado, y ofrece 10 años de garantía sobre su correa de transmisión. Su peso en orden de marcha es de 930 kg (depósito de combustible de 35 litros), y la distancia mínima al suelo es de 360 mm. Los recorridos de las ruedas son de 361 y 429 mm, delante y detrás respectivamente.

Habitáculo Yamaha Wolverine RMAX 4 1000 LE F.P.

Las llantas son de aluminio de 14 pulgadas, calzadas con neumáticos radiales Carnavore (30 x 10.00R), diseñados en exclusiva para este modelo. En definitiva, un auténtico tanque al que durante nuestra toma de contacto nada parecía poder parar o incluso poner en apuros, y que deja clara la voluntad de la marca de los diapasones en seguir demostrando que su fabricación de Side by sides sigue marcando la referencia del segmento a nivel tecnológico y prestaciones, para que que los usuarios que quieran disfrutar, solos o acompañados de su familia, de excursiones camperas de todo tipo, pueda afrontarlas con la mayor de las garantías y diversión.

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