BMW iX, un referente tecnológico y sostenible que destaca por su habitabilidad

Similar en dimensiones exteriores al X5 –es 3,1 centímetros más largo y algo más estrecho y bajo– el iX ofrece una habitabilidad idéntica a la del X7, un coche 20 centímetros más largo. También apuesta por la digitalización mediante la conectividad 5G, y estrena la posibilidad de desbloquear nuevos servicios a posteriori de la compra del coche, como por ejemplo el control de crucero adaptativo.

«Es un coche que demuestra que el «te gusta conducir» sigue siendo una parte fundamental de BMW», en palabras de Manuel Terroba, CEO de BMW España, que resalta que la huella de carbono de su fabricación es hasta un 40% inferior a la de un coche diésel o gasolina equivalente.

A los mandos el iX se comporta como un coche particularmente cómodo y excepcionalmente bien aislado. El empuje es excelente, incluso en la versión «de acceso» xDrive40; con 326CV, frente a los 523 del xDrive50. Además de la potencia, ambas se diferencian por la capacidad de la batería asociada. Pueden admitir carga rápida hasta 200 kW, lo que permite rellenar entre un 10 y un 80% de la capacidad en 40 minutos. Por cierto que en ambos casos la tracción total se consigue mediante dos motores eléctricos, uno en cada eje.

Se puede jugar con el comportamiento mediante tres modos de conducción, Personal, Deportivo y Eficiente; y el sonido de utilización diseñado por Hans Zimmer encaja como un guante con el comportamiento, siendo original, agradable y deportivo sin pecar del zumbido «a lo nave espacial» de otros modelos».

Todo en el coche es poco convencional. Las manetas de las puertas, por ejemplo, están enrasadas con la carrocería, y se abren mediante un botón oculto bajo el tirador. En el interior una consola de madera separa a conductor y copiloto y tanto los botones que incorpora, como los del ajuste eléctrico de los asientos (situados sobre las puertas, algo inédito hasta ahora en la marca) pueden ser de remate en cristal , aportando un toque muy refinado, en el acabado Clear & Bold.

Mención especial merece el enorme techo panorámico opcional, la mayor superficie acristalada jamás en un BMW, que se oscurece mediante un botón.

El diseño de la enorme pantalla doble que hace de cuadro de instrumentación y visualizador de infoentretenimiento (12,3 y 14,9 pulgadas) refuerza la sensación de espacio interior. Ante ellas el protagonista es un curioso volante hexagonal, de alambre grueso y al que cuesta acostumbrarse. Los materiales del salpicadero y paneles también pueden ser sostenibles, aunque las opciones de cuero se acercan más a las calidades a las que suele acostumbrar BMW.