Porsche Macan T, así es el primer Touring de cuatro puertas de la marca

Esta es una receta infalible en lo que respecta a los modelos deportivos. En el mundo de las altas prestaciones, muchas mejoras marginales acaban marcando la diferencia, y Porsche lo sabe. No por nada llegan a sustituir el emblema del capó por una pegatina en las versiones GT3 del 911.

También sabe que ofrecer un modelo especialmente orientado para los conductores «hardcore», que van en busca de las sensaciones de conducción ágiles y no prestan tanta atención a los lujos, es una forma de mantenerse fieles a los aficionados leales a su marca, que son conscientes de que es necesario vender todocaminos para seguir fabricando deportivos.

Por esto, Porsche extendió la gama T a su pequeño dos puertas, el 718, en 2020 y, ahora, le ha llegado el turno a su líder absoluto de ventas en 2021, el Macan —matriculando 88.000 de 302.000—. El SUV más pequeño de la marca de Stuttgart ha recibido un tratamiento que lo hace más ágil sin cambiar el propulsor de serie con el que viene. Los tiradores de las puertas también son los de serie.

El Macan T es, de hecho, el primer modelo de cuatro puertas que entra en la categoría de Touring, enmarcándose entre el modelo base y el más potente S, que cuenta con 440 CV. El motor es el mismo tetracilíndrico turbo de 265 CV y 400 Nm capaz de alcanzar los 100 km/h en 6,2 segundos y una velocidad punta de 232 km/h.

La principal diferencia con el Macan base es un ahorro de 95 kilos, un mayor peso en el eje trasero —la tracción total está orientada hacia él— y ajustes en el chasis para hacerlo más rígido y 15 mm más bajo. El paquete Sport Chrono está incluido de serie, lo que permite acceder, durante 20 segundos, a las máximas prestaciones del coche con solo pulsar un botón.

Además, se puede optar por las suspensiones neumáticas, lo que reducen la distancia aún 10 mm más, y otros 10 si se selecciona el modo de conducción Sport Plus. Puede que 3,5 centímetros no parezcan mucho a simple vista, pero esa es la belleza de las mejoras marginales.

A pesar de compartir la misma plataforma que el Audi Q5, en ningún momento se piensa en ello. El interior del Macan T está cuidado hasta el último detalle. El sistema multimedia táctil es la última generación de Porsche: rápido, intuitivo y elegante.

El sistema de sonido está bien ecualizado. La cámara de marcha atrás tiene alta resolución. Hay botones físicos de tacto sólido para controlar la climatización. El volante de alcántara tiene una marca central para indicar si está recto, por si hiciera falta recordar el ADN de competición de Porsche. El navegador dice «por favor gire» cuando indica las direcciones.

Todo se siente muy refinado y deportivo. Los ingenieros de Porsche saben que el uso que se le dará a diario a ese coche es tranquilo, de circulación urbana respetando los límites de velocidad. El Porsche Macan T puede ser todo lo sofisticado que se quiera pero, con pisarle un poco y comprobar cómo la transmisión PDK de ocho velocidades no puede fallar, se convierte en un ágil deportivo, en casa en curvas reviradas.