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Madrid
Viernes, 4 de septiembre 2020, 01:20
Conducir bajo los efectos de las drogas es una conducta muy peligrosa. Incluso si el médico nos ha recetado algún fármaco tenemos que prestar atención a sus posibles efectos secundarios para saber si tras tomar una medicina estamos en condiciones de ponernos al volante. ... Si un control de tráfico nos somete a un control de drogas y da positivo, podemos tener que hacer frente a una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir.
Por eso, la Guardia Civil publica el consejo de Yoda en su cuenta oficial de Twitter para que seas consciente de todo lo que puedes perder por conducir bajo la influencia de las drogas.
Conducir bajo el efecto de las drogas pone en grave riesgo la seguridad de todos
— Guardia Civil 🇪🇸 (@guardiacivil) August 25, 2020
Escucha el consejo de #Yoda
(Aunque vaya ojitos que trae) pic.twitter.com/Ekhk9UyWYO
Además, si un conductor es multirreincidente se enfrenta, tal y como se recoge en el capítulo IV del Título XVII del Código Penal, a penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años. Es más, por negarse a someterse a las pruebas la pena puede llegar a seis meses o un año de prisión, y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.
Lo primero que ocurrirá si te paran en un control de drogas es que te tomarán una muestra. Solo así pueden saber si hay presencia de drogas en el organismo del conductor, según cuentan a ABC los expertos de Pyramid Consulting. Esta muestra se toma mediante una muestra de saliva con unos dispositivos especiales. Esta muestra se llama «indiciaria», y tiene como finalidad detectar cualquier presencia de drogas en el organismo del conductor. En caso de que la primera muestra de positivo para alguna sustancia, se debe tomar una segunda (la evidencia), que será enviada al laboratorio. Si la prueba del control de drogas da positivo, el conductor no podrá volver a ponerse al volante.
Si no estemas de acuerdo con el resultado podremos solicitar una prueba de contraste con un análisis de sangre. La extracción, en ese caso, tendrá que hacerla personal sanitario en un centro hospitalario o de salud. Si, finalmente, el resultado fuese positivo, será el solicitante quien tendrá que pagar esta prueba. Si fuese negativo, será el aval adecuado para demostrar la inocencia del conductor.
Una vez hayan tomado las muestras (ya sean de sangre o de saliva), tendrán que respetarse unos protocolos. Así, siempre deben llegar al laboratorio en tubos precintados, dentro de neveras precintadas. Se llevarán hasta allí en vehículos expresamente dedicados al transporte de muestras biológicas, procedentes de las distintas Unidades de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
En el laboratorio se comprueba que las neveras han llegado en correctas condiciones de seguridad y que se ha guardado la cadena de custodia. A continuación, se vacía su contenido y se chequea toda la documentación, registrando la hora y fecha de recepción.
Se procede a la entrada de datos en el Sistema de Gestión de Laboratorio, mediante el escaneado de las muestras, que quedan listas para ser analizadas. Las muestras son acondicionadas (se separa la saliva de todas las posibles impurezas) para ser procesadas en los equipos analíticos. Los equipos están formados por un cromatógrafo de masas y un expectómetro de gases, que son los que determinan qué tipo de droga hay en la muestra. Son capaces de detectar hasta 40 tipos de sustancias distintas, y desde cantidades tan pequeñas como un nanogramo.
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