El sector de la moto aprieta el acelerador: ya copa el 17% del mercado

«Pese a ser un año con mucha incertidumbre ante el actual contexto socioeconómico y político internacional, los resultados son optimistas porque en la nueva movilidad estos vehículos tienen cada vez más aceptación», explica José María Riaño, secretario general de Anesdor (Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas). «La cilindrada de hasta 125 cc. supone, en el acumulado del año, el 52% de matriculaciones de motocicletas, y en noviembre ha vuelto a ser la cilindrada más popular. Se trata, sin duda, del segmento más apreciado por los ciudadanos que encuentran en las motocicletas más pequeñas la herramienta perfecta para resolver la movilidad de su día a día», añade. Una orientación que también siguen los principales mercados europeos. Durante los nueve primeros meses de 2023, muestran un aumento de ventas de motocicletas. El total, registradas en cinco de los principales mercados europeos -Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido-, asciende a las 875.680. Esta cifra representa un aumento de aproximadamente un 11,8% en comparación con el mismo periodo de 2022.

Aunque las que de verdad lideran el mercado son las motos de ocasión. De las 343.720 unidades vendidas en el primer semestre de 2023, dos de cada tres fueron de segunda mano. Y aunque este ratio ha disminuido en comparación con el año anterior, aún se venden el doble de motos de segunda mano que nuevas.

Por marcas, Honda sigue liderando el mercado con casi un 24% por encima de Yamaha con la mitad (12,6% y buen mes). Kymco se mantiene en la tercera posición (7,4% de la «tarta») por delante de BMW y Piaggio (6,2 y 5,9%, respectivamente) que adelanta SYM (5,6%) este mes en la general. Por modelos hay cambios: Yamaha adelanta con sus NMAX y XMAX 125 al Honda PCX 125 que eso sí lidera, de largo, la lista de superventas del año. Otro Yamaha, el XMAX 300, es quinto del mes y primer «más de 125» por delante del Honda ADV350.

«Nuestro sector representa un 17% de las matriculaciones de vehículos en nuestro país, una parte minoritaria, pero nada despreciable, sobre todo si se tiene en cuenta que son estratégicos en la nueva movilidad. Se trata además de un sector con una larga tradición en nuestro país, que tiene ahora una oportunidad industrial en torno a la moto eléctrica», detalla Riaño. «Es por esto que pedimos al Gobierno que se tenga en consideración a la moto en las políticas de automoción: que se la incluya y que pueda participar de ellas», subraya. Y es que la moto puede contribuir significativamente a la mejora de la movilidad urbana sostenible por sus reducidas emisiones, su mínima huella ambiental, el mejor aprovechamiento del espacio público… Aún más en un año clave para el despliegue de las Zonas de Bajas Emisiones en las principales ciudades españolas. Ante esto, Anesdor solicita que se «dé una solución al etiquetado ambiental de la moto, que conlleve la subsanación de errores cometidos anteriormente. También demandamos que se consideren las particularidades de la moto y los vehículos ligeros en la Ley de Movilidad Sostenible». «No son bicis ni son coches, requieren singularidad, pero en el anteproyecto redactado en la legislatura anterior ni siquiera se mencionaban», concluye.

Estas peticiones van de la mano de los malos resultados de las ventas de eléctricas de dos ruedas. En el acumulado anual, se han contabilizado 13.992 unidades matriculadas de motos y vehículos eléctricos, un -11,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Caída que contrasta notablemente con el crecimiento acumulado del mercado total (+12,2%). De momento, un tercio de las motos, ciclomotores y escúteres eléctricos del país pertenece a empresas. Suelen ser propiedad de compañías de mensajería, reparto a domicilio y alquiler de vehículos.

Asimismo, destacar que, aunque todos los segmentos muestran fuertes caídas, los vehículos de la categoría L, los microcoches, registraron el pasado mes de noviembre un aumento de matriculaciones del 31,3% (168 unidades). Estos vehículos son cada vez más populares debido a sus pequeñas dimensiones, con dos plazas, pero con «mayor» seguridad ante mal tiempo o un percance; por su bajo costo de operación y su impacto ambiental reducido en comparación con los automóviles tradicionales.