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A. N.
Miércoles, 19 de octubre 2022, 16:54
El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles una directiva europea relativa a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos (AFIR, por sus siglas en inglés) que crea unos objetivos vinculantes para todos los países de la Unión Europea (UE) en cuanto ... a la cantidad de puntos de recarga eléctrica en las carreteras de cada país.
En concreto establece una cobertura mínima de la infraestructura de recarga que fija en 60 kilómetros la distancia máxima entre estaciones en ambos sentidos de la carretera, además de que los puntos de recarga de acceso público destinados a vehículos ligeros tengan «suficiente potencia disponible».
Según ha explicado a ABC la eurodiputada de Ciudadanos Susana Solís, esta directiva es la primera que creará objetivos vinculantes para todos los estados miembros a la hora de instalar puntos de carga para vehículos eléctricos (ligeros y pesados). También establece los principios «para asegurar la homogeneidad real de criterios en toda la UE en esta materia y que cada país no vaya por su cuenta».
Según Solís «hemos estado tanteando cuánto supondría esto en cifras y se estima que en 2035 debería haber 613.000 puntos distribuidos por todo el país, cuando actualmente hay apenas 15.772. También se propone en el reglamento que haya un cargador cada 60 kilómetros en 2035, un hito que si no me equivoco también es compartido por la industria del automóvil«.
Con este Reglamento se fijan, según la eurodiputada, objetivos iniciales muy ambiciosos para acabar con la «ansiedad de los puntos de recarga» y promover el uso de los vehículos eléctricos. La ley prevé una reducción progresiva de estos objetivos vinculantes hasta su eliminación ya que, en ese momento, el propio mercado será capaz de autorregularse. Solís explica que con medidas de este tipo se garantiza «el despliegue de cargadores rápidos, los que permiten cargar el vehículo en media hora. No podemos dejar que una empresa estadounidense o china domine este tipo de cargadores y, en este sentido, España está a la cola de cargadores rápidos de Europa con solo un 17%«.
Por cada vehículo eléctrico se establece una obligación de potencia de carga que empieza en 3KW en caso de que el parque de coches eléctricos sea inferior al 1% y que se reduciría hasta 1KW cuando la implementación de los coches eléctricos supere el 7,5%. Según una variable crezca la otra disminuirá proporcionalmente.
A pesar de considerar este texto como positivo, Solís aclara aspectos criticables, como la aprobación de una enmienda «que permite exenciones a las regiones ultraperiféricas e islas en objetivos de puntos de recarga. No podemos crear territorios de primera y de segunda y es precisamente en los territorios con una aplicación más complicada en los que es más importante que se mantengan los objetivos vinculantes. Lo mismo ocurre en las zonas despobladas«.
Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles ACEA han mostrado también su satisfacción por la aprobación de este reglamento, asegurando que «nos complace que los eurodiputados hayan inyectado más ambición en este reglamento, aumentando los objetivos nacionales tanto para los puntos de carga como para las estaciones de servicio de hidrógeno, en comparación con la propuesta de la Comisión».
Para la directora general de ACEA, Sigrid de Vries «después de todo, la infraestructura es una parte esencial de la ecuación de descarbonización del transporte, junto con vehículos asequibles de cero emisiones«. Sin embargo, incluso con estos objetivos fortalecidos, cree que este plan solo proporcionará una red mínima de infraestructura, que deberá complementarse con iniciativas del sector privado. De este modo, para de Vries »los responsables políticos de la UE deberían apoyar esto eliminando el riesgo de las inversiones y acelerando los procedimientos de planificación y permisos, incluidas las actualizaciones de la red«.
Desde la organización Transport & Environment (T&E) han celebrado la aprobación de esta directiva ya que, desde su punto de vista, «El Parlamento Europeo ha respaldado los objetivos de carga de automóviles eléctricos que, si los Gobiernos los aceptan, garantizarían que los conductores puedan recargar (vehículos eléctricos) públicamente en todos los rincones de Europa para 2025 a más tardar«, ha destacado la organización.
T&E también ha hecho hincapié en que la directiva que se ha votado este miércoles facilitará la creación de «muchos puntos de carga» para vehículos pesados eléctricos. «Los países de la UE deberían tener una capacidad de carga de 2.000 kilovatios cada 60 kilómetros a lo largo de las principales rutas de transporte del bloque en 2025, aumentando a 5.000 kilovatios en 2030. A partir de 2030, los objetivos se aplicarán a toda la red y los vehículos pesados podrán recargar completamente durante un descanso obligatorio del conductor«, ha añadido.
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