El Citroën ëC3 es el nuevo eléctrico asequible de la marca. Citroën

Francia pretende vender 800.000 eléctricos en 2027

Solo un 12% de los coches cero emisiones que se venden en el país provienen de marcas nacionales

Juan Roig Valor

Martes, 7 de mayo 2024, 11:00

Francia se ha marcado el objetivo de alcanzar 800.000 ventas de vehículos eléctricos en 2027, cuatro veces más que los 200.000 que registraron en 2022. Así lo puso de manifiesto el Ministerio de Finanzas, coincidiendo con una visita al país por parte del presidente chino, Xi Jinping.

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Un 20% de las matriculaciones del país son modelos cero emisiones, pero solo un 12% de ellos provienen de marcas nacionales, como Renault, Peugeot o Citroën, que están esforzándose por sacar al mercadomodelos asequibles que les permitan hacer frente a la llegada de marcas chinas.

El objetivo de Macron es que su país recupere una posición relevante en la industria automovilística y se ha fijado como meta la construcción de dos millones de vehículos híbridos y eléctricos de cara al final de la década.

Además de los 800.000 turismos que el Ministerio señaló el pasado lunes, también se pretende alcanzar las 100.000 ventas de vehículos comerciales

El Gobierno galo puso en marcha un nuevo plan de incentivos a finales del año pasado que se basaba en la huella de carbono que tenían los coches en su cadena de valor, efectivamente primando aquellos que se fabricaban en Francia (o cerca de Francia) sobre los importados.

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Los tres modelos eléctricos chinos más vendidos en Francia son los Dacia Spring, Tesla Model 3 y SAIC MG4. En diciembre, antes de que entrara en vigor el nuevo sistema de incentivos, aglutinaban un 32% del mercado cero emisiones entre los tres.

Ahora, esta penetración se ha ido reduciendo paulatinamente hasta llegar apenas al 4%, un hecho celebrado por el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire. «Es prueba de que, cuando defendemos nuestros intereses y el medio ambiente, obtenemos resultados para nuestras fábricas y empleos», afirmó en una visita a una planta de Renault.

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Sin embargo, los fabricantes chinos han demostrado que tienen la capacidad de rebajar sus precios al tener mayor control sobre la cadena de valor –BYD vende en el extranjero a prácticamente el doble de lo que lo hace en el mercado local– y están construyendo fábricas en Europa para poder sortear las restricciones a los incentivos de gobiernos como el francés.

El Gobierno francés ha reservado 1.500 millones de euros para apoyar la producción y venta de vehículos a lo largo de este año a través de diversos programas. «Hemos tomado la decisión de ser un gran país productor de coches eléctricos, y no dedicarnos exclusivamente a ser consumidores», sentenció.

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La llegada de Xi Jinping se produce en un momento en el que Bruselas está llevando a cabo una investigación sobre la influencia del Gobierno chino en su industria automotriz y si esta se ha traducido, en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, «en competencia desleal».

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