Faconauto advierte que peligran 7.500 empleos de concesionarios en 2022

Según su presidente, Gerardo Pérez, «una bajada de 100.000 ventas anuales supone la pérdida de 1.000 puestos de trabajo», por lo que, si se cumplen sus previsiones para 2022, de 870.000 registros (+3%), «peligran entre 5.000 y 7.500 empleos».

Según el directivo, un mercado sano en España debe estar en torno a las 1,2 millones de compras y, «de momento, las concesiones siguen creyendo que la situación actual es una anomalía». Los efectos adversos a los que se enfrenta este año son las crisis sanitaria y de semiconductores. La primera «parece que va remitiendo», mientras que la segunda «se normalizará en el segundo semestre», aseveró.

Repasando los datos del ejercicio pasado, las redes de distribución facturaron 33.003 millones de euros, un 8% menos que en 2020 —y un 23% menos que en 2019—. Cuando Pérez llegó a la presidencia de la asociación en 2017, esta cifra alcanzó los 46.000 millones.

La mayor caída de esta cantidad se dio en la partida del Vehículo Nuevo, que alcanzó los 21.267 millones, un descenso del 17%. El precio medio de un coche se cifró en 31.000 euros, con descuentos en torno a los 4.000. En cambio, tanto VO como Posventa incrementaron sus ingresos un 11% y un 13%, respectivamente, hasta llegar a los 7.160 millones y 4.576 millones de euros.

Sin embargo, en donde Faconauto quiso hacer hincapié es en la capacidad de las redes de mantener su empleo en línea con 2020, a pesar del impacto en sus negocios, que cerraron el año con una rentabilidad media del 1%. En concreto, las redes dieron trabajo a 152.225 personas en 2021 (-0,8%).

Reparar el mercado español, a juicio de Pérez, pasa por tres elementos que «han de conseguirse lo más rápido posible». El primero de ellos es volver a un mercado robusto, utilizando la Mesa de Automoción como organismo de claridad que emita un mensaje unificado para fabricantes, vendedores y Gobierno. Articular desde allí, además, programas de rejuvenecimiento como los planes Renove, sin que dependan de iniciativas autonómicas.

El segundo pilar se trata de la reforma fiscal ligada al uso y que penalice la antigüedad del parque, ya que lo consideran el «modo más eficaz de incentivar la demanda, dinamizar el mercado y acelerar la descarbonización». El último punto se trata de brindar certidumbre a los concesionarios, limitando el umbral de venta directa de los fabricantes en la reforma de las leyes de competencia europeas.

De producirse estos cambios, las redes «estarán en la posición de seguir invirtiendo y contratando los nuevos perfiles necesarios para la electrificación del parque, el desarrollo de la red de recarga y de nuevos modelos de movilidad».

Finalmente, Pérez se lamentó que las redes comerciales no tuvieran acceso a los fondos europeos a través del Perte VEC. «Los efectos que pueden acarrear son espectaculares, pero se han limitado a la fabricación, cuando es impensable que dejen de lado a un sector que brinda empleo a el doble de personas», concluyó.