China bate su récord de producción de coches en 2023, con más de 30 millones

A cierre del ejercicio 2023, los resultados arrojados por la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM, por sus siglas en inglés) no pueden ser más elocuentes: en el país se produjeron 30,16 millones de unidades –agrupando coches, autobuses y camiones–, un 11,6% más que hace un año.

Esto supone rebasar su récord previo, los 29 millones de unidades ensamblados en 2017.

Las entregas también supusieron un nuevo punto alto, con 30,09 millones de unidades, un 12% más. Hasta ahora, el título lo ostentaba también 2017 con 28,87 millones.

Estos buenos resultados vienen aupados por una estrategia de expansión hacia mercados exteriores, entre los cuales destaca Rusia como su principal destino, con 841.000 unidades entre enero y noviembre, un incremento del 545% que se debe a que las marcas chinas ocupan el vacío de las occidentales que salieron del mercado a raíz de la guerra en Ucrania.

Otro factor determinante fue la guerra de precios en la que varias marcas participaron –entre ellas Tesla– para mantener su cuota de mercado. El importe medio de un vehículo se redujo un 8,4% en 2023.

Aún queda por conocer los datos de exportación de diciembre, pero tras los primeros 11 meses China exportó 4,91 millones de unidades, un 58% más. Esto debería garantizar que, por primera vez en la historia, el país se convierta en el mayor exportador del mundo.

En 2022, este título estaba ostentado por Japón –su Grupo Toyota sigue siendo el mayor fabricante del planeta– y, a cierre de noviembre, en su acumulado sumaban 3,99 millones de unidades.

Casi un tercio de todos los vehículos entregados en China son vehículos enchufables: 8,9 millones de matriculaciones en el país se correspondieron con coches 100% eléctricos o híbridos enchufables, un incremento del 37%.

A pesar de que los datos, de forma global, sean indiscutiblemente positivos para la industria china, analizarlos de manera individualizada pone de manifiesto la encarnizada competencia a la que hacen frente los fabricantes.

Por ejemplo, entre 2022 y 2023 han desaparecido 10 de las marcas más pequeñas especializadas en vehículos eléctricos. El secretario general de la Asociación de Coches de Pasajeros (PCA) de China, Cui Dongshu, afirma que el crecimiento del mercado se debe principalmente a los vehículos electrificados y a las exportaciones. «Los fabricantes que no brillaron en esos aspectos se quedaron rezagados».

De las 14 marcas que han publicado sus resultados anuales, solo cuatro alcanzaron las previsiones que se habían fijado. A la cabeza de ellos se encuentra la marca de eléctricos Li Auto, que entregó 367.030 unidades a lo largo de 2023, un 25% más de las 300.000 que pretendían.

La mayor marca del país, BYD, superó sus ambiciosos tres millones –matriculó 3,01 millones– y se convirtió en el mayor fabricante de automóviles eléctricos del mundo, por delante de Tesla. Su éxito se debe, en parte, a que tiene un porfolio que abarca todos los precios y segmentos del mercado, haciendo que sea más difícil competir a las marcas más pequeñas.

El Grupo Geely, matriz de Volvo, Smart, Lynk&Co y Polestar también alcanzó las metas que se había fijado, con 1,68 millones de entregas, un 18% más que en 2022.

El Grupo Chery, que tiene previsto entrar en España a través de sus marcas Omoda y Jaecoo en 2024, fue el mayor exportador de China, con un incremento del 101,1% en sus cifras, hasta cerrar el año con 937.148 unidades. Su volumen de ventas fue de 1.881.316 coches, un incremento interanual del 52,6%.