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A. Noguerol
El Barco de Ávila
Martes, 11 de agosto 2020, 12:20
Después de una semana en alerta por altas temperaturas, las tormentas han reemplazado al calor en gran parte de la península. Trombas de a gua y descargas eléctricas están atravesando de norte a sur el mapa de España, por lo que conviene tener en ... cuenta unas cuantas recomendaciones por si una de estas tormentas nos pilla en el coche.
Si debido a una tormenta nos encontramos con una masa de agua en la carretera, lo mejor es que evitemos cruzarla. De lo contrario, «el riesgo de ser arrastrados y de morir es muy probable», según explica Miguel Tomé, experto en riesgos naturales de Protección Civil, en la revista de la DGT. «Lo único que se puede hacer es permanecer pendiente de las previsiones meteorológicas, evitar conducir y, de hacerlo, utilizar carreteras principales y eludir las vías locales y caminos, que muchas veces se cruzan con torrentes habitualmente secos».
El motivo por el cual el experto desaconseja adentrarnos en una masa de agua tiene que ver con el principio de Arquímedes, según el cual «todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba, equivalente al peso del fluido desalojado». Sobre un vehículo detenido en medio de una riada, por cada 30 centímetros de profundidad, la fuerza de la corriente sobre el mismo se incrementa en 225 kilos. Y por cada 30 cm de altura del agua a partir de los bajos, su peso se reduce en casi 700 kilos. Por ello, una corriente de 10-20 km/h y 60 cm de profundidad, arrastraría a la mayoría de los vehículos.
Sin embargo, si finalmente nos hemos adentrado en el agua o ésta nos ha sorprendido de forma que no podamos abandonarla, lo mejor es salir del vehículo. Cuando el coche se ha quedado detenido en medio del cauce, sin poder avanzar, y comienza a deslizarse y a ser arrastrado, «lo mejor es salir como sea», asegura el experto de Protección Civil.
No obstante, a estas alturas es posible que la presión del agua haga imposible abrir las puertas, por lo que la mejor opción será la ventanilla. En caso de que no se pueda abrir, bien porque el mecanismo se haya estropeado o porque el coche ya no tenga alimentación eléctrica, lo mejor es romper la ventanilla — nunca la luna delantera, porque su revestimiento impide que se agujeree— con un martillo de punta metálica o con algún otro objeto contundente. Una vez fuera, nade a favor de la corriente, pero dirigiendo el rumbo hacia la orilla más cercana.
Por otro lado, quizá alguna vez se haya fijado en los pequeños martillos ubicados en los laterales de vehículos de transporte de masas, como autobuses o vagones de metro. Están específicamente diseñados para romper de manera sencilla un cristal en caso de accidente, y facilitar la evacuación de emergencia.
Un elemento del coche puede desempeñar una función análoga en caso de accidente. Se trata de las bujías, el elemento que permite que arranquen los coches de gasolina -no así los diésel, que funcionan mediante compresión-.
Para emplearla como herramienta de emergencia, la parte fundamental es el recubrimiento central aislante, de cerámica. Gracias a su mayor densidad, resulta muy fácil romper un cristal con él en caso de emergencia, tanto lanzándolo contra el mismo como arañando el propio cristal. Pero también es cierto que no todo el mundo lleva una bujía a mano en el interior del coche.
El coche es un lugar muy seguro. Por extraño que resulte, es uno de los mejores sitios para guarecernos de una posible descarga eléctrica. De hecho si nos encontramos en el campo en mitad de una tormenta, lo mejor será meternos rápidamente en nuestro vehículo y cerrar las ventanillas. Dentro del coche se produce el llamado efecto «jaula de Faraday», que hace que la electricidad se derrame por las superficies metálicas exteriores y no afecte al interior.
Si circulamos dentro de un núcleo urbano será bastante difícil, por no decir casi imposible, que nos alcance un rayo, pero no ocurre lo mismo si lo hacemos por carretera, lejos de la ciudad. No en vano, los rayos pueden transportar corrientes de 30.000 amperios de intensidad y 800.000 voltios de tensión y generar una energía en forma de calor de unos 8.000 ºC, aunque, en líneas generales, el interior de nuestro automóvil es un lugar seguro para hacer frente a una tormenta con aparato eléctrico. Sobre todo si se sigue una serie de consejos básicos como apagar la radio y cerrar las ventanillas. Además, si nos detenemos, será mejor hacerlo en un lugar seguro, alejado de vallas metálicas, tendidos eléctricos o balsas de agua, y permanecer dentro del coche procurando no entrar en contacto con las partes metálicas del vehículo.
En verano, las tormentas eléctricas acostumbran a venir acompañadas de lluvias que, en muchos casos, pueden ser de gran intensidad. Por ello es necesario asegurarnos de que nuestro coche está en perfecto estado de mantenimiento. En este sentido, las tormentas pondrán a prueba de manera especial los elementos de nuestro automóvil implicados en proporcionar una adecuada visibilidad bajo la lluvia, y más concretamente a las escobillas limpiaparabrisas y el sistema de iluminación de nuestro coche.
Unas escobillas limpiaparabrisas en mal estado o desgastadas no realizarán un adecuado barrido de la luna del automóvil, y tendrán dificultades para desalojar el agua de la luna delantera, sobre todo si la tormenta es intensa, comprometiendo por lo tanto la visibilidad. Por todo ello, no hay que olvidar la revisión de las escobillas limpiaparabrisas cuando llega el verano, asegurándonos de que la parte de caucho que entra en contacto con la luna se encuentra en buenas condiciones y recorre la superficie de la luna de forma correcta y sin hacer ruido. Recordemos que es recomendable cambiar este elemento al menos una vez al año, ya que no solo el uso, sino agentes externos como el los rayos del Sol, hacen que la parte de caucho se estropee y pierda sus propiedades.
Otro de los elementos que debe de estar en adecuadas condiciones es el sistema de iluminación. En medio de una fuerte tormenta, cuando la falta de visibilidad hace recomendable detener el coche en el arcén de la vía, o en otro sitio seguro, no debemos olvidarnos de señalizar adecuadamente nuestra posición haciendo uso de las luces del coche, que deben funcionar correctamente cuando las necesitemos.
Un sistema de frenos en perfecto estado, y unos neumáticos con la presión y dibujo adecuados nos ayudarán a afrontar con garantías nuestro trayecto si nos sorprende una tormenta este verano, según recomiendan los responsables de EuroTaller.
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