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El Grupo Popular y el resto de la oposición dejaron hoy solo a Vox en su propuesta de reforma de la ley de Urbanismo de Castilla y León para evitar algunas restricciones y permitir aprovechar la explotación de todos los recursos mineros disponibles en la Comunidad, como los minerales energéticos.
Los ahora exsocios de PP y Vox abrieron un debate a favor de la energía nuclear después del apagón eléctrico sufrido el pasado lunes en España durante la defensa de esta iniciativa, pero el primero no compartió la reforma propuesta y votó en contra de la PNL, junto con PSOE, UPL-Soria Ya, Grupo Mixto y no adscritos.
Pese a la coincidencia entre populares y Vox sobre las fuentes para conseguir la soberanía energética, la proposición no de ley se rechazó por el pleno de las Cortes ya que el PP estimó que antes de modificar la norma autonómica de urbanismo el Gobierno debe cambiar su modelo energético.
Carlos Menéndez (Vox) y David Beltrán (PP) se manifestaron como pronucleares y prorenovables, pero el primero culpó tanto a los populares como a los socialistas de «fanatismo climático« y el segundo tildó de «populista» el contenido de su proposición no de ley.
En la presentación de la iniciativa, Carlos Menéndez inició con el apagón eléctrico para manifestar que el Gobierno de Pedro Sánchez «ha llevado al caos al país» después de haber criticado a quienes como Vox aludieron a posibles hechos así por «el fanatismo climático» y la censura a las plantas nucleares, que aporta el 21 por ciento de la energía.
Menéndez señaló los recursos de uranio, en Salamanca, que pueden contribuir a un ciclo completo y a la soberanía energética y apuntó a flexibilizar la norma en Castilla y León para equipararla al resto de comunidades al ser la única que establece en su normativa una distinción entre los diferentes tipos de actividades mineras.
El popular David Beltrán manifestó que la solución pasa por «un cambio de rumbo» en el Gobierno central, recordó la nueva ley de minas que presenta el Ministerio forzado por la Unión Europea cuando se pueda legislar a favor de los minerales y concluyó que Vox plantea «una excusa». «La minería de Castilla y León no necesita populismo, sino estrategia», calificó.
Beltrán defendió poner en valor recursos como el uranio y la energía nuclear para contribuir a la soberanía energética, recordó que el Gobierno da pasos para el apagón nuclear pese a la PNL en contra de su grupo, la posición de países avanzados y de las empresas. «La minería responsable y la energía nuclear son el futuro, la libertad y la prosperidad», aseveró.
En la réplica, Carlos Menéndez insistió en que Castilla y León es la única que estable unas diferencias cuando la norma nacional es única para todos, de manera que sostuvo que se puede modificar el texto autonómico. «Nosotros también somos pro renovables y pronucleares, hemos defendido el mix energético», aclaró al popular.
La socialista Nuria Rubio, que anunció el voto en contra «por coherencia», manifestó que Vox trae una propuesta populista que pone en riesgo la salud pública, el territorio y el trabajo digno y recordó las cinco víctimas de la mina de Cerredo. «Esta iniciativa es un insulto para las comarcas mineras que lloran la muerte de sus vecinos», indicó, para concluir que flexibilidad es «más dolor y poner en peligro la vida de la gente».
Rubio defendió las energías renovables y limpias y una transición justa y rechazó proyectos, como la mina de uranio de Retortillo, que echó para atrás la justicia, e insistió en que el futuro no son las nucleares sino la energía verde y justa para todos. «La solución no es volver al pasado», apostilló.
«Tienen una empanada», inició Francisco Igea al explicar el sentido de su voto, en la que rechazó que volver al combustible fósil garantice la soberanía energética y cuestionó que la solución sea la reforma de la ley de urbanismo. «No veo el encaje», aseveró, para avanzar su abstención y precisar que las renovables no son un problema.
El procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, defendió que la soberanía energética se consigue con las renovables, apostó por el control público de un sector estratégico y concluyó que Vox no es adalid del medio rural, sino «sus destructores». «Manejan una caraja verdaderamente notable», resumió.
Luis Mariano Santos (UPL) pudo coincidir en que no se ha hecho bien la transición justa por PP y PSOE pero «compro a medias» los beneficios de las nucleares como una energía limpia, a la vez que se mostró en «las antípodas» de Vox en el caso del uranio y apostó por las renovables como el futuro después de «lo sufrido» en las cuencas mineras. «No coincidimos en el fondo con su propuesta», remató.
En el cierre del debate, Carlos Menéndez insistió en culpar tanto a PP como a PSOE del «fanatismo climático» que «ha demonizado» a las plantas nucleares, aunque concluyó que más allá de responsabilidades y debate entre nucleares y renovables en el pleno quedará el voto que se emita.
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