Secciones
Servicios
Destacamos
Los enormes desequilibrios a la hora de fijar los procesos de descarbonización, la disfunción en los criterios y la falta de una hoja de ruta acompasada en el mapa europeo ha provocado que el escenario del carbón en los años clave, los que determinan ... el final de este mineral como productor energético, resulte apocalíptico para la provincia de León.
En esa falta de un criterio objetivo para el desarrollo de políticas comunes sobre el sector España ha finalizado en clara desventaja, una situación que ha afectado de forma directa a las cuencas mineras locales. Éstas se han visto afectadas de lleno por una reconversión sin criterio y abandonadas entre una lluvia de millones que ahora se ha comprobado nunca fue lo suficientemente controlada ni auditada a tenor del demoledor informe del Tribunal de Cuentas.
Noticia Relacionada
El fin del mineral a nivel nacional ha llegado de la mano de políticas desestructuradas a lo largo de los últimos ejercicios en el Ministerio de Industria y Transición Ecológica, políticas que han dejado a España en una clara situación de debilidad, sin planes de ajuste con un criterio claro, con unos planes de cierre cambiantes y sin orden alguno.
La política de descarbonización evidencia chocantes contrastes a la hora de afrontar los procesos de reconversión en el sector de la minería. Y en esos procesos España y las cuencas leonesas siempre han salido perdiendo.
Perdió León cuando se planificó el cierre del sector, perdió cuando se elaboraron planes alternativos para la captura de CO2 que fueron abiertos y cerrados en un abrir y cerrar de ojos y perdieron las cuencas cuando se aplicaron procesos de reconversión sectoriales, irreales y carentes de contenido social cierto.
En España la política del cierre de cuencas mineras resultó un asunto estético y político, nada más. Jamás hubo una hoja de ruta consecuente y todo se zanjó a golpe de capricho por parte del Ejecutivo.
El contrapeso al desorden en el cierre de las cuencas mineras en España se encuentra en otro país de la Unión Europea, Alemania. La 'locomotora industrial' de la UE llegará al mismo punto en el que hoy están las zonas mineras nacionales pero lo hará con lógica y visión de futuro, dos aspectos completamente ausentes en la planificación local.
Alemania no sólo retrasará la clausura de sus plantas térmicas, sino que abrirá una nueva este mismo año. El plan de cierres se extiende hasta 2038 así que resulta factible y rentable abrir su nueva central de Datteln-4, en Dortmund. La planta pertenece a la corporación Uniper, y que para defender su apertura, asegura que la nueva central es «más eficiente» que ya las plantas ya existentes y, por tanto, «más amigable con el medioambiente»
Alemania ha alargado los plazos y dejará de depender del carbón dentro de 18 años. Será un proceso que, con rigor germánico, irá acompañado por una inyección europea de 877 millones de euros. Casi 900 millones para ayudar a digerir todo lo que supone la pérdida de un sector productivo a nivel energético de primera necesidad.
Alemania es el ejemplo de lo bien hecho: cierre progresivo, alargando los plazos y suficientemente arropado por ayudas públicas.
España es el ejemplo de todo lo contrario: cierre repentino, recortando los plazos y sin suficientes ayudas públicas. Europa ya comunicó a España que tras el cierre sin orden ni concierto las ayudas tendrían que ser 'cero'. Una desesperada gestión de última hora ha conseguido salvar ayudas por valor de 307 millones. Un milagro.
Ambos países escenifican los efectos de una buena y una pésima planificación. Entre ambos queda Polonia, con el sector minero aun plenamente activo, y con 2.000 millones de euros para elegir el camino correcto.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.