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Nuevo encierro en León como arma de batalla. Seis trabajadores de la plantilla de Radial 21, encargada de acometer las labores de cierre del interior de la Hullera Vasco Leonesa, han iniciado un encierro indefinido para frenar sus despidos fulminantes.
El detonante ha sido ... un escrito remitido por la Junta de Castilla y León que les prohíbe acceder al interior de la mina y exige la paralización inmediata de las labores de desmantelamiento. Para ello, alegan falta de documentación en el proyecto del plan de cierre de la Vasco, según ha señalado a este diario el delegado sindical de UGT, Elías Ortega.
Una prohibición que llevó a Radial 21 a despedir fulminantemente a los trabajadores del turno de tarde, que ya no pudieron acceder al interior de la mina, así como anunciar la extinción del contrato del resto de sus trabajadores en la jornada de este jueves.
Una situación que sumada a las tres nóminas que adeuda Radial 21 empujó a seis trabajadores del turno de mañana a iniciar un encierro en las instalaciones del Grupo Tabliza para poner freno a la extinción de los contratos de los 36 trabajadores que conforman la plantilla de la subcontrata.
«Al salir de trabajar nos dijeron que habían extinguido los contratos de los compañeros del turno de tarde y nos advirtieron que además no nos podían pagar. Ante ello, decidimos encerremos», relata Cristopher Gutiérrez a leonoticias y desde los vestuarios del pozo Emilio.
Junto a este vecino de Matallana, Alejandro González y David Cañón (Villamanín), Daniel Pérez (Pola de Gordón), Álvaro Alcalde y Tibor Hovart (La Robla), los cinco trabajadores de Radial 21 que pasadas las 16:00 horas iniciaban este encierro con un único objetivo: regresar a sus puestos de trabajo.
«Sólo queremos trabajar. Queremos que se nos readmitan o entrar a formar parte de la plantilla matriz de la Vasco para continuar con nuestra labores», señala Cristopher, que insiste en que todos sus papeles están en regla y que no existe ninguna irregularidad.
Se muestran con fuerza y sienten el aliento de sus compañeros que ya se han acercado hasta las instalaciones para ofrecerles comida y café, con la presencia constante de la Guardia Civil ante la prohibición de encerrarse en el interior de la mina.
El escrito de la Junta de Castilla y León llega dos años después de que Radial 21 resultase la adjudicataria en un proceso que desde el inicio, según desveló leonoticias, estaba envuelto de oscurantismo.
No sólo porque era de reciente creación y contaba con un capital de apenas 3.000 euros, sino por ser una de las miles de empresas constituidas por Ramón Cerdá Sanjuan, mucha de ellas implicadas en las mayores tramas de corrupción del país que posteriormente subcontrataría a la par a la asturiano Carbones Román.
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