«No conozco ningún DI (Desprendimiento Instantáneo) dentro de un taller desgasificado», asegura el testigo que mantiene que «de ahí que yo diga que era imprevisible». Manuel José Camino Llerandi, recuerda que para realizar su informe pidió información a la empresa, «tuve acceso a las ... actas de todo tipo» y también en relación a la normativa «la general la conocía, pero la específica de la Hullera se la pedí«.
Finalizaba la última sesión de esta semana del juicio de la Hullera Vasco Leonesa por la muerte de seis mineros en el pozo Emilio. Lo hacía con una sesión maratoniana en la que no se pudieron realizar dos declaraciones (María Luisa Fernández y José Celso). Finalizaba las declaraciones Manuel José Camino Llerandi, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad de León. El testigo realizó un informe sobre el accidente para la Hullera Vasco Leonesa, y redactó su pericial en contestación a las conclusiones del servicio de la Junta.
La seguridad y desgasificación
El testigo relata que en el culatón se realiza tiros para desgasificar la zona y se dan tiros al carbón, «pero no para sutirar». Llerandi explica que «el carbón dependiendo de su rango contiene gases, principalmente metano. A medida que hacemos una explotación ese gas empieza a salir. Lo normal es que salga lentamente, pero dependiendo del contenido que tenga. Si se dan esos tiros, el explosivo fractura el carbón y así hay más salidas de gas«, relata en respuesta a las preguntas de uno de los abogados de la defensa.
Unos hechos que se producen debido a la calificación del pozo Emilio, ya que «la mina estaba calificada como de tercera categoría», remarca el testigo que recuerda que «también se tomaron otras medidas, como la altura de la llave que era de 5,5 metros», siendo en otras plantas mucho mayor. Además, el perito de parte de las defensas aseguró que «si fuese un carbón muy blando, el arranque se hace con martillo de picar», asegura el testigo que, en este caso se hacía con explosivos y eso «ayuda a desgasificar» la zona.
Llerandi recuerdó que «estas son las medidas que se han usado en las minas de tercera categoría, yo trabajé en un mina de esas y lo hacíamos así. Aunque es cierto que fue mucho tiempo antes».
El accidente del 28 de octubre
En relación a la bóveda, el testigo recuerda que «si el carbón es muy duro se puede quedar en bóveda más tiempo» y mantiene que así lo vio en su experiencia. En relación a si once calles seguidas era normal que hubiera bóveda, Llerandi asegura que «bueno cada caso es particular, hay que ver la inclinación de la capa de carbón, la dureza del carbón... ».
El testigo considera que «el carbón sale con el gas en un DI» y cree que el Desprendimiento Instantáneo se produjo «más atrás del post-taller» y por eso no se vieron restos de carbón en el taller «porque quedaron en el post-taller».
«Si fuera un hundimiento de bóveda se escucharía un estruendo en la zona del trasversal, pero ahí escuchan un soplido y una nube de polvo y carbón. Pero en el macizo nueve, se trasmite mejor el sonido por el macizo compacto, y allí se escuchó 'la cadena de ruido' que es propia de un DI», relata el testigo que matiza que 'la cadena de ruidos es un tatatatatata«.