La Hullera presenta un ERE para toda su plantilla por seis meses ante la falta de compradores de carbón

De esta forma, la medida tiene como objetivo ajustar la actual plantilla a la situación concursal, a la falta de actividad y a la «escasa tesorería y liquidez, existentes en la Vasco». Según alega el administrador concursal, la compañía no ha efectuado en últimos meses contratación alguna.

Hasta la fecha, el administrador concursal no ha alcanzado ningún acuerdo con las eléctricas. Tampoco con Unión Fenosa - Gas Natural, titular de la térmica de La Robla, la única con la que mantiene un contrato de venta de 10.000 toneladas al mes y que se extingue al término de año.

Una medida que afectará a 74 contratos -la totalidad de la plantilla de la empresa matriz, que entrará en vigor a partir del 1 de enero del 2018 y que tendrá una vigencia de seis meses -30 de junio-. O, al menos, hasta que la minera cierre un contrato de suministro, según el compromiso del administrador.

Un expediente temporal que también tendrá carácter rotativo. La empresa prevé mantener en activo a un número de trabajadores -aún por especificar- para llevar a cabo las funciones de supervisión, asistencia técnica, vigilancia y seguridad de las instalaciones mineras y recuperación de equipos y materiales.

Un personal que además, según plantea el administrador, colaborar en el desarrollo del concurso, y cuyo contrato se irá suspendiendo a medida que vaya transcurriendo el ERTE y que será sustituido de forma rotatorio.

En la actualidad ya son varios cientos las toneladas de minera que se acumulan en el Parque de Carbón y que unido a la falta de un contrato de suministro con las térmicas obligan a apliar esta nueva medida de ajuste que, en paralelo, también podría afectar a la plantilla de la subcontrata Peal, actualmente encargada de la explotación del cielo abierto.

ERTE que se enmarca dentro del nuevo escenario energético español, donde el futuro y la viabilidad de las centrales térmicas en España están a debate y la falta de compromiso de las eléctricas con el carbón nacional es ya una realidad y que viene a escenificar una vez más la grave crisis que atraviesa el carbón, un sector que, al menos en León, parece estar encarando su recta final.