España importa desde Grecia para llevar a As Pontes el carbón que no quiere de León

Sin embargo, el mineral que ha llegado a Galicia lo ha hecho cruzando el Mediterráneo. Un buque de bandera griega, y con 165.000 toneladas de carbón a bordo, atracó esta semana en el puerto de El Ferrol.

El carbón ha navegado durante varios días para ser trasladado por carretera del puerto a la central de As Pontes. Y no será el único. En los planes de Endesa ya existe la previsión de la llegada de más barcos que sirvan para importar mineral de otros países europeos.

Todo a la vez que las minas de la provincia de León se mantienen paradas, sin ningún tipo de actividad desde hace ya varios años y sin permitir que se saque provecho de la crisis energética que atraviesa el continente.

León mantiene una reserva de carbón de 150 años, a pesar de que ya no tiene térmicas para su transformación ene energía.

No fueron pocas las voces entre sindicatos y empresarios que insistieron en apostar por el mineral como un elemento de reserva energética estratégica que sirviera para cubrir situaciones como la derivada de la guerra en Ucrania y el corte del gas de Rusia.

A pesar de que el mineral con el que cuenta la provincia permitiría hoy aumentar la independencia energética, la realidad es que se está optando por la llegada de carbón de otros países -como el nuevo caso de Grecia- donde las prisas por finiquitar el sector minero se han ralentizado.

En 2017 el consultor industrial y exdirector general de la Hullera Vasco Leonesa, Luis Alberto López García, ofrecía una conferencia sobre el sector minero y energético de León.

López explicó entonces que en León aún quedan reservas de carbón para siglo y medio. Los empresarios leoneses matizaron entonces que esa cifra podría incluso quedarse corta. «Yo creo que, con los informes que tenemos, hay mineral incluso para más tiempo», remarcaba por aquel entonces Manuel Lamelas.

«El carbón es el pan y la leche dentro de la nevera y hay tenemos tanto carbón que en situaciones de emergencia nacional era la alternativa perfecta para caer en el pozo de la dependencia energética», se aseguró desde el sector a leonoticias meses atrás.

El 'plan' entonces era mantener una cantidad anual de reserva, una producción mínima que pudiera servir para controlar el mercado a través del mix energético y actuar como elemento de seguridad ante una eventual crisis internacional.

Hoy la situación ha llegado a un punto rocambolesco: Europa mantiene activo el carbón como elemento enérgético, las reservas en las cuencas leonesas no se pueden explotar por la ausencia de actividad y, para más 'inri' las térmicas que podrían quemar el mineral han sido dinamitadas.