Nueva sesión del juicio por la muerte de seis mineros en el pozo Emilio. Continúan las declaraciones este martes 21 de marzo con los testigos-peritos propuestos únicamente por la defensa. Están previstas cinco testificales para esta jornada y diez más para el miércoles.
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Empieza ... con cierto retraso la sesión de este martes. En ella se espera la declaración de Ángel Javier Toraño, Celstino González Nicieza, Manuel José Camino Llerandi, Alonso Antonio Gullón Buceta y José Luis Fuentes-Catillana. Por problemas tecnicos se ha retrasado el inicio de la sesión hasta las 10:20 horas.
Se realiza un receso tras la primera declaración. Los problemas informáticos han lastrado la sesión de este martes. Se continúa a las 14:24 horas con la declaración de Celestino González Nicieza. La jueza marca que la siguiente declaración será de Alonso Antonio Gullón y José Luis Fuentes en conjunto. Por su parte la declaración de Manuel José Camino Llerandi se realizará el miercoles 22 de marzo a las 9:00 horas.
(17:05) Se retoma la sesión con las preguntas del fiscal. Pregunta sobre la fecha en la que visitaron el taller que fue «a los 13 o 14 meses del accidente», según explicaron los testigos. Les interroga en estos momentos sobre el proyecto tipo y si estaba contemplado para plantas inferiores a la 865. «Estaba contemplado para la 740 y más abajo, eso estaba en la ventilación», asegura uno de los testigos ante las preguntas del Ministerio Fiscal. Sale el tema de la bóveda y el fiscal pregunta si ellos la vieron: «No, allí no se podía ver nada. Sabemos que había bóveda porque lo había dicho, pero allí no se podía ver nada», mantienen los testigos. Una bóveda que »es normal« para ambos testigos »al inicio de la explitación«.
A los testigos «no nos suena» que el proyecto tipo dijera que se tenía que hundir la bóveda «a las tres o cuatro calles», aunque sí recuerdan que «la explotación llevaba once calles». Los testigos mantienen que si hubo un hundimiento, «en parte sí», pero no recuerdan cuando cayó y mantiene que «nosotros mantenemos que el accidente no fue por un desprendimiento». «Aquí hay una fuerza que impulsa el gas y no puede ser otra cosa que un Desprendimiento Instantáneo», mantienen los testigos que «no podemos precisar la zona», remarcado que será «de alguna parte de atrás del post-taller».
(17:25) Comienza las preguntas uno de los abogados de la acusación. El abogado pregunta 'si estaba tan bien desgaseada la zona, ¿de donde viene el gas?'. «Pues de otra zona, de más atrás o del piso inferior», aseguran los testigos. En relación, a cómo las plantas se introducían unos 20 metros en el macizo de seguridad los testigos han asegurado que «era la forma de explotar», aunque en la jornada previa otro de los peritos mostró un mapa en el que se vio que no era de esta manera en el macizo nueve.
Pregunta el letrado por la DIS (Disposición Interna de Seguridad) de minados en virgen, así como por los cálculos que «extraemos del informe del ingeniero facultativo (uno de los acusados), pero los damos por válidos». El abogado relata las declaraciones de Carlos Conejo, cuando 'en torno a una hora' como matiza la jueza, relatan que se quitaron el auto-rescatador: «Eso es incompatible con los registros de metano del culatón», explica uno de los testigos. Interroga también el letrado sobre la colocación de los electroventiladores: «No recuerdo exactamente donde estaba, pero creo que estaba bien situado», mantienen ambos testigos. «Si los ventiladores hubieran estado abajo (entre la séptima y la octava) seguramente no hubieran parado», mantiene uno de los testigos, mientras el otro asegura que «si hubieran funcionado habría que pararlos, porque llevarían el gas a toda la mina«. Uno de los testigos mantiene que «en mi opinión, creo que los mineros que allí estaban no identificaron bien el riesgo. Ellos estaban preparados para ponerse el auto-rescatador si había una invasión de grisú y en este caso o bien se asustaron o no identificaron el riesgo».
Otro de los letrados pregunta si este accidente estaba previsto. «No, era imprevisible y no estaba contemplado en prevención de riesgos», mantienen los testigos en relación a las preguntas de uno de los abogados de la acusación que insiste en si '¿la prevención de riesgos no debe contemplar los riesgos para evitarlos?'. Son varias las protestas de los abogados ante la intervención que se acaba dando por finalizada.
(18:00) Comienza el interrogatorio otra de las abogadas que defiende a las familias afectadas. «Nosotros realizamos el informe en base a otros y en algunas ocasiones preguntamos datos a la empresa», mantienen ellos. La abogada realiza algunas preguntas concretas en relación a las páginas: «la altura de la llave es de 6 metros, es correcto», aseguran ambos testigos. Falta la información de un día, pero ninguno recuerda el motivo por el que el día 21 de octubre, el lunes antes del accidente. «No pedimos los datos de los metanómetros portátiles, no lo consideramos importante porque no sabíamos donde estaban», relatan los testigos.
Uno de los abogados protesta por las afirmaciones de una de las letradas de la acusación. Pide que se muestre el documento para demostrar que no se actualizó el documento tras un 'incidente' en una galería. 'Identificación de riesgos por puesto de trabajo', es el documento del que hablan y que no se actualizo. Los testigos no recuerdan si lo consultaron.
Un nuevo letrado comienza sus preguntas. El abogado cuestiona a los testigos sobre si conocen algún caso de un Desprendimiento Instantáneo en el proceso de explotación de un taller desgasificado, como es el caso de la planta séptima: «No, no lo hemos visto. Pero es que el método de explotación de la Hullera no era muy común», aseguran ambos. «Al 100% no se puede determinar la causa, hemos expresado nuestra opinión que coincide con la de otros expertos», mantiene uno de los testigos.
Los dos ingenieron 'corrigen' al perito anterior y remarcan que «no hubo inmersión de ventilación» y añaden que «hubo un golpe que hizo que las puertas del piso inferior se abriesen y cerrasen». El letrado pregunta si es posible que con una gran aportación de metano uno de los testigos, y también acusado, se quite el auto-rescatador: «A las dos horas del accidente eso es imposible», remarca el ingeniero.
Los testigos no recuerdan exactamente si pidieron o no autorización para entrar y con quien lo hicieron: «Entramos con algún ingeniero, no lo recuerdo quien más», mantiene uno de los testigos que relata que «el permiso le pediría la empresa, yo no lo recuerdo ahora, pero entramos con todas las de la ley».
Otro de los abogados pregunta, en relación a los indicios del informe de los ingenieros, por ese 'ruido' al que hacen referencia y de donde lo sacan y quiénes son los testigos. «Hay testigos que dicen lo contrario», remarca uno de los peritos.
No hay más preguntas por parte de los abogados de la acusación. Sólo una pregunta de uno de los abogados de la defensa en la relación a los juicios de valor que ya se comentaron en esta sesión, los testigos se reafirman.
La jueza también pide unas aclaraciones. «El Desprendimiento Instantáneo es un fenómeno gasodinámico», relatan los testigos, que buscan diferenciar el DI con la bóveda en relación al gas que sale según los dos tipos de fenómenos. «Son dos procesos distintos, una caída de bóveda no es un fenómeno gasodinámico», explican los ingenieros. La jueza pregunta si dentro del DI ahora también consideran que hubo un colapso de la bóveda: «Es que eso no lo podemos descartar, lo que queremos decir es que el gas salió por un DI (Desprendimiento Instantáneo)», relatan los testigos que ejemplifican «con una botella de champán, aunque no sea lo más adecuado en este lugar». La jueza menciona el estudio de Nicieza incluido en el informe de Pedro Riesgo, «más que descartarlo dicen que 'es poco probable'», matiza uno de los peritos.
La jueza pide que expliquen qué es la explotación de un taller en terreno virgen: «supone que tienes más dificultad para que el gas salga por otro sitio que no sea la galería», asegura uno de los testigos. «El macizo de protección es lo que determina que sea terreno virgen», aseguran los ingenieros de minas. Finaliza la declaración y se finaliza la sesión.
(15:00) Comienza la declaración conjunta de Alonso Antonio Gullón Buceta y José Luis Fuentes-Cantillana sin parada para la comida. Ambos realizaron el informe de Aitemin.
Inicia sus preguntas el abogado de algunos de los acusados, lo hace en primer lugar recordando el nombre de sus defendidos. Luego les pide que es Aitemin. Fuentes-Cantillana es representante de Aitemin y tecnico superior de minas, el testigo relata su curriculum y los diferentes cargos y puestos que ha tenido a lo largo de su historia. Gullón Buceta también explica su carrera en la minería, se inició en Hullera de Sabero, «una de las minas que más riesgos de DI tuvo por la cantidad de grisú», también recordó sus otros empleos posteriores, así como su incorporación a la docencia tras su jubilación de la mina. Para realizar el informe fueron «contratados por la Hullera Vasco Leonesa» y en este sentido, ambos, mantiene que «tuvimos acceso a todo lo que pedimos» y también recuerdan que visitaron el taller.
El abogado preguntan si se ratifican en el informe. Algo que hacen ambos. «Hemos repasado toda la documentación y comprobamos que todo se cumplía. Creo que la organización era la correcta», relata uno de los testigos en relación a su informe. El abogado mantiene las preguntas sobre el informe realizado y lo hace sobre el 'laboreo previo' y la seguridad de la Hullera en este sentido. El abogado relata una a una las medidas que lee desde el informe, ni los abogados de la acusación ni la jueza cortan esta exposición que queda muy lejos de realizar una pregunta. «Ha hecho usted una gran exposición de las medidas», responde uno de los testigos.
«El concepto máximo es que siempre se puede hacer algo. Pero aquí se optaba a hacer medidas más completas de lo que marcaba la ley», relata uno de los testigos. «La reducción de la altura de la llave tiene la ventaja de realizar una comunicación más fácil y facilita el drenaje del grisú a los minados superiores», mantiene uno de los testigos, que también explica que «la bóveda se crea detrás del taller y en un momento dado colapsa y se cae». Para el testigo es importante «comprobar que el hundimiento ha calado al piso anterior», pero recuerda que «otra cosa diferente el es control de la bóveda, si se avanza sin que la bóveda hunda se crea un problema mecánico». El otro de los testigos explica que «el problema es cuando la bóveda está en el taller, si está en el post-taller es lo normal». Los testigos consultan su informe, para responder al abogado qué días no se sutiró.
Los dos testigos aseguran que «no hubo caída de bóveda» y lo hacen con firmeza manteniendo que «el taller y la entibación estaban en perfecto estado». El abogado también les pregunta por un informe de 1998 de Aitemin en relación a la ventilación, pero «no lo recuerdo». «Era una ventilación adecuada y cuidada, aunque había pasado mucho tiempo» desde la aprobación, según recordó el otro de los testigos. El letrado les pregunta por la ventilación de la Hullera Vasco Leonesa por la ventilación 'en fondo de saco' a lo que mantienen que «un culatón de seis metros no se puede considerar fondo de saco».
«El carbón tiene una cantidad de grisú y en su 70% sale desde que se arranca hasta que sale al exterior, si una parte se escapa a los minados pues queda una parte muchísimo más pequeña donde está la gente«, cuanto más se vaya más segura es la explotación, relata uno de los testigos. El abogado pregunta si es 'indiferente' el contacto: «No, cuanto más grande sea el contacto con minado superior es mejor, lo importante es tener contacto, pero mientras más grande más gas sale», reiteran.
El abogado pregunta ahora por sus declaraciones en relación al informe de Pedro Riesgo que aseguran que tiene «juicios de valor». Una expresión que hacen en relación «a que él hace un juicio de valor que dice que coon 60 segundos más se hubieran salvado vidas». Y en este sentido, estos testigos aseguran que «es imposible, porque con el volumen de gas que estuvo dos horas saliendo los ventiladores no podrían diluir ese gas». El otro de los testigos remarca que «la fuerza» del gas con la presión fue tan fuerte que «se produjo un efecto contrario y empujó el aire limpio por el tubo de ventilación». «Hay una invasión muy fuerte y muy rápida y totalmente anómala para lo que venía soportando la gente en el taller», mantienen los testigos
«Una bóveda no tiene energía, ni volumen para generar esa cantidad de gas», mantiene uno de los testigos, aunque refiere que «en este caso, si hubiera una caída de bóveda no habría daños en el taller». En relación a la posible investigación del accidente accediendo al post-taller como en el juicio han mantenido algunos de los testigos: «El post-taller es inaccesible», relatan uno de los testigos, mientras el otro mantiene que «eso estaba todo lleno de carbón y roca y no se veía nada». Pregunta también el letrado por el uso del auto-rescatador o si hay algún inclumplimiento normativo de la Hullera Vasco Leonesa.
Otro de los letrados de la defensa pedirá una puntualización en relación a la seguridad que ofrecía la Hullera, así como la auditoría que se realizó en el pozo Emilio y como consecuencia del accidente del 28 de octubre de 2013.
Otro de los letrados de la defensa pregunta por la formación de los mineros fallecidos. «Era superior a la media de la minería», responden los testigos. El abogado de los plantillas acusados en el proceso pregunta su ellos pudieron hacer algo: «No se nos ocurre que podían haber hecho ellos para cambiar esta situación».
Se realiza un receso de una hora para comer. Se retomará la sesión a las 17:00 horas de la tarde con las preguntas del fiscal, los abogados de la acusación y el resto de las defensas.
(14:25) Comienza la declaración de Celestino, doctor ingeniero de minas y catedrático de explotación de minas de la Universidad de Oviedo.
El testigo explica las investigaciones y simulaciones que realizaron tras el accidente y después de que Pedro Riesgo, el perito del caso, le llamase para consultar sus conocimientos. Celestino mantiene que había un macizo de carbón sin explotar entre el macizo séptimo y el novero y es ahó donde introducen el estado tensional de la zona y con eso la galería «se cerraba un poco». El taller se hizo en simulación como si se abriera de golpe y «que es como más sufriría», aunque eso «no es la realidad, en la que se hizo poco a poco». De esta manera, simularon cómo se comportaba «la famosa bóveda y ahí no hundió».
«La bóveda es como un túnel carretero», explica Nicieza, que remarca que entiende que «esa bóveda no se pudo hundir por las tensiones del terreno», en base a su estudio. El catedrático añade que «es muy probable que no haya hundido, hemos hecho una simulación y puede haber un 10% de margen» en relación con la realidad. El testigo sigue insistiendo en que «consideramos lo peor de lo peor». No hay más preguntas por parte de este abogado.
Otro de los letrados pregunta por una matización. «El muro de la capa tenían 60 grados de inclinación, todo el carbón que quedaba encima y no se había explotado se podía comprimir y como una galleta se iría cayendo hacía abajo, pero no de manera bruca», explica el testigo ante las preguntas del abogado. «Si cae la bóveda, lo haría por zona de muro, y habría movido el taller», explica el testigo.
El fiscal le pregunta por la colaboración que le solicitó Pedro Riesgo. «Me pidió colaboración en relación a la tensión del terreno, ya que soy experto en eso», relata el testigo. El fiscal pregunta por donde puso salir el metano, pero Celestino mantiene que «no puedo responder a eso, no lo sé». No hay más preguntas del Ministerio Fiscal.
Comienza las preguntas los abogados de la acusación. Lo hacen en relación al informe final de Pedro Riesgo, pero el testigo mantiene que «no lo conozco, no puedo decirle si estoy de acuerdo o no». El letrado pregunta en relación a la simulación y si el taller estaba en virgen o no, a lo que el testigo responde que se hizo «como un túnel carretero».
Otra de las letradas pregunta por cómo se realizó el calculo de lo sutirado en el taller, pero el testigo mantiene que «no hicimos esos cálculos». El día que visitó el taller, la malla «estaba llena de carbón». «Cuando más sutiramos, más tensión se aguanta en el frente», finaliza el testigo a preguntas de una de las letradas de la acusación.
Nuevo letrado interroga al testigo. «En unos esquemas de la Junta, que están dibujados a mano en 3D, lo saqué de ahí», relata el testigo. El letrado lee un fragmento de las conclusiones y en base a que, tanto Pedro Riesgo como la Junta, reconocen que no se conocía la ubicación exacta del taller de dónde tomó los planos. El testigo insiste en que fueron aportados por la Junta y no sabe si hechos con posterioridad al accidente. La jueza busca los planos a los que se refieren para saber si están incluidos en el proceso y procede a exhibirlos en la pantalla y el testigo ratifica que son esos.
Algunos de los abogados de la acusación no realizan preguntas. Dando más agilidad a esta declaración. Uno de los letrados pregunta si el programa de la simulación tiene en cuenta que la zona de ese taller era muy grisuosa. «No, esos datos no se introducen», responde el testigo.
No hay más preguntas por parte de los abogados. La jueza realiza unas cuestiones, le pregunta sobre las tensiones del 'macizo de contención' en la simulación: «Así lo hicimos, detrás del taller lo pusimos todo de carbón para simular ese espacio que había ahí», relata Celestino. No hay más preguntas y se despiden del testigo.
(10:30) El testigo interviene por videoconferencia. Se ratifica en el contenido de su informe y comienza la declaración del testigo ante las preguntas de uno de los abogados de la defensa que pide unas aclaraciones en relación al informe. El testigo es natural de Mieres, empezó trabajando en un pozo para costear sus estudios de ingeniero técnico de minas, tras 20 años en «las mejores minas del país» se dedicó a la docencia.
«Hay una primera parte del informe que está relacionada con unos trabajos de investigación de la Hullera Vasco Leonesa. Ahí se determinaron los índices para las causas de los DI. Estos índices eran ocho y dos de los índices se deshecharon y quedaron seis: El contenido en metano de la capa de carbón. Se hicieron muchos sondeos, cientos de sondeos. Se estraía un testigo y se examinaba la capa. Otro índice fue el V1 que es la capacidad del carbón de 'escupir' el gas, si es mayor de dos es propenso a tener DI y si es menos de dos no. El otro es si existen trastornos geológicos cerca de la capa de carbón. Entre los macizos hay uno que tiene menor capa y eso se debe a un trastorno, también se puede producir un DI. Otro índice es el V30 alemán, que se hacía en base a voladuras. Otro índice fue de un estudio ruso», relata el testigo perito
El testigo relata que los estudios fueron destacados a nivel nacional e internacional. «Se publicaron en tres revistas de importancia internacional», asegura el testigo
El informe se centra en saber «si hubo un DI o pudo haber otro suceso como una caída de la bóveda». Todo ello según Toraño: «apoyándose en causas cualificables». El testigo explica la segunda de las partes del informe que él mismo desarrolló tras el accidente del 28 de octubre de 2013. «Se determinó que la presión era tan grande que fue 100 veces mayor a cantidad del aire que entraba», aseguró Toraño. En la tercera parte del informe, «se hace un red de dos capas y da unos calculso que nos dice que la probabilidad de que haya sido un DI es de un 90% y que la posibilidad de que sea un desprendimiento de bóveda no llega a un 30%» , mantiene el testigo
«La velocidad de propagación de la onda se haya con la hora del 5% de un metanómetro y la del otro. Bajé y estuve mirando el taller, por ver si había algo especial, pero no me interesa eso. Lo importante son los datos. El oxímetro de la explotación 0 durante dos segundos. Eso es con lo que he calculado el informe», explica el testigo perito ante el abogado de la defensa que ahora le pregunta si puede descartar el hundimiento de la bóveda. «En el estudio del DI y del posible colapso se puede estar hablando muchos días y mucho tiempo. Si se hubiese producido un colapso hubiese sido el gas del carbón extraudo, es decir un gas residual», manifiesta Toraño.
«Lo único que vi es que había en las postas partículas de polvo que no estaban manchadas, era cómo si hubieran sido expulsados con mucha fuerza», relata el catedrático de la Universidad de Oviedo
El testigo asegura que la Hullera Vasco Leonesa «hizo un esfuerzo muy grande para conocer los problemas de metano de la mina y como ampliar la seguridad». Toraño Álvarez insiste de nuevo en que «no puedo descartar un colapso de la bóveda, pero la probabilidad no llega al 30%» y mantiene que todo es «basado en hechos objetivos».
Comienza el interrogatorio otro de los abogados de la defensa. Cuestiona sobre si la Hullera Vasco Leonesa apoyaba esos estudios. «Se realizaron trabajos de investigación con la Universidad de Oviedo, el dinero lo aportaba la Hullera y ellos pagaron todo. Y después financiaron el tener en la Hullera Vasco Leonesa becarios que estaban allí todo el tiempo», explica el testigo-perito. Otro de los letrados de la defensa también le pregunta por uno de los proyectos, en relación a la desgasificación (1998). «Tuvimos varias reuniones (con la Hullera), quería que yo les explicase mi opinión sobre lo que se podía hacer en relación a los DI», asegura el testigo que menciona a Eliseo Álvarez como «un alumno destacado».
Algunos de los abogados de las defensas rechazan hacer preguntas. Una de las letradas pregunta si 'desde su punto de vista, ese taller podría haber quedado así con un colapso de bóveda'. El testigo mantiene que «ya he dicho las probabilidades que a mi me da». Toraño recuerda la onda de presión generada que «da lugar a una inversión de la ventilación, pero no es una bomba, no tiene que dejar movidas las mampostas». La abogada le interrumpe y pregunta de nuevo ¿a usted le parece que viendo el taller se podría haber producido el colapso de una bóveda? «No, ya se lo he dicho».
Comienzan las preguntas del fiscal en relación a las practicas de los becarios y las investigaciones que se realizaron en colaboración de la Universidad de Oviedo y la Hullera Vasco Leonesa. El Ministerio Fiscal pregunta cuando entró el testigo, con quien y si había autorización: «Entré con Eliseo, supongo que había autorización. Al día siguiente del accidente me llamaron de la Hullera Vasco Leonesa si les podía hacer un informe para conocer qué había pasado. Eso fue todo antes de que me dijeran nada de peritajes», asegura el testigo.
«No me baso en suposiciones. Si hay gas almacenado y la bóveda lo expulsa sale con una presión. Si hay un DI al fondo se expulsa el del fondo y el acumulado y sale con más presión», asegura el testigo. Toraño remarca que «la probabilidad de un DI es alta y la de un colapso es baja, no digo que sea cero. Digo que es baja». El fiscal pregunta por los datos objetivos en los que se basa para llegar a esas probabilidades: «los metanómetros y los oxímetros». El testigo insiste en que se ha basado en «los tres índices más importantes que he explicado al inicio de la exposición» para llegar a los porcentajes de probabilidad que ha dado en varias ocasiones. En relación a uno de estos índices, el V1, el fiscal pregunta si esos datos se tenían: «Son mediciones que se hacen periodicamente en la galería. Se mide y da 3 o 4 pues se desgasifica. Cuando se ve ese dato y no se hace nada es que puede haber un DI». El Fiscal pregunta si había probabilidad de un DI con los datos que se tenían: «Cuando se avanza una galería siempre hay probabilidades de un DI, pero para eso se hacen las medidas y se desgasifica».
(11:30) El fiscal termina su interrogatorio preguntando si hay medios técnicos para detectar esto y evitarlo: «Existen medios técnicos para evitarlo, pero lo accidentes siguen ocurriendo. Hay medios para que los aviones no caigan y siguen cayendo», asegura el testigo que explica que «la medida es desgasificar, desgasificar y desgasificar». En su investigación insiste en que sólo quiso saber «hechos concretos» por lo que no se entrevistó con ningún trabajador.
Comienza el interrogatorio uno de los abogados de la acusación. El letrado le pregunta por los testigos, los barrenistas y el motivo por el que no les tomó declaración. «Ya he respondido a eso, ahora voy a limitarme a decir que me ratifico en mi informe», asegura el testigo. La jueza recuerda que debe contestar a las preguntas, aunque uno de los abogados de la defensa protesta por las preguntas que se están realizando.
«El procedimiento normal es que cuando el V1 pasa de un valor paran y desgasifican. Pero eso no es que lo diga yo, es el procedimiento», asegura el testigo, ante las preguntas de uno de los letrados de la acusación. «Se puede luchar contra el DI a través de los procedimientos que estamos diciendo, que es parar y desgasificar», mantiene Toraño.
El testigo asegura que el gas vino «de la zona de estrechamiento», el abogado pregunta si eso es un hecho constatado o una hipótesis: «Todo mi estudio no tiene ninguna hipótesis». El abogado insiste en que el testigo sitúa el DI en una zona concreta y eso no es un hecho constatado, finalmente el testigo dice que «yo creo que es ahí», aunque al ser interrogado por si el gas 'vino desde arriba o abajo' el testigo dice que «eso no se puede saber».
«El gas salió a una velocidad que se pudo determinar por los dos metanómetros que hay a 180 metros de distancia. Ese modelo me dice que puede durar dos horas el gas, eso he calculado», asegura el testigo. Ante estas declaraciones, el letrado pregunta cómo es posible que uno de los testigos al final del trasversal se quitase el rescatador: «La onda de presión no se mantuvo dos horas, lo que se mantuvo dos horas fue el metano elevado». El abogado recuerda las palabras de Jarrín, uno de sus alumnos de la Universidad de Oviedo y acusado en este proceso, que también hace referencia a que el gas bajó momentos después del accidente.
(12:00) Sigue el interrogatorio de otro de los abogados de la acusación, en relación a la tensión de la capa de carbón. «Cuando tiene un agujero escupe ese gas o cuando hay una zona libre sale y eso provoca el DI», explica el testigo, que mantiene que cuando «hay un valor de V1 alto hay que parar y desgasificar. Primero sin agua y si no funciona con agua». «Mi cometido era el informe y la explicación detallada del informe, de ahí no me van a sacar», asegura el testigo. La jueza pregunta si él analizó los incumplimientos o situaciones antes de dar los porcentajes y la probabilidad: «No, eso no lo hize», relata Toraño. La jueza pide a los letrados que centren el interrogatorio a partir de este momento bajo esa premisa.
Comienza el interrogatorio una de las letradas que pregunta cómo obtuvo los datos. «Pregunté por los metanómetros, me dijeron que estaban en una sala de control ambiental y allí fui», relata el testigo que recuerda que «a uno de los ingenieros que había allí». La abogada pregunta si fuieron Eliseo o Ulecia: «Pues puede ser, y ¿qué pasa con eso?», responde a la defensiva el testigo.
Otro de los abogados de la acusación comienza sus preguntas y lo hace cuestionando si la zona estaba desgasificada: «No lo se», asegura el testigo. Toraño asegura que «ya he respondido a todo y voy a ratificarme en mi informe», la jueza le pregunta si conoce la respuesta «no, no respondo porque no puedo. No lo sé». «La Vasco Leonesa no la conozco de trabajar ahí, porque he trabajado en minas muy importantes, pero no esa», explica el testigo que recuerda que «no supe nada de ellos hasta el accidente». Posteriormente, el testigo admite que «tenía un contrato artículo 83» con la Hullera, pero mantiene que «eso lo cobraban los becarios» y no quiere dar el dato de ese sueldo: «yo de eso ya no me acuerdo, tengo muchos contratos de investigación». El letrado le pregunta por su relación con dos de los acusados: «Fueron alumnos mías y muy brillantes y tengo la relación de amistad con ellos que tengo con todos mis alumnos». El testigo mantiene que «yo entré cuando ya estaban entrando otros, pero no se cuando fue y se hizo legalmente». Toraño recuerda que empezó a trabajar en la mina con 18 años y «sólo un minero muy experimentado podría distinguir el DI o la caída de la bóveda con el ruido, porque el DI puede ir acompañado de la caida del techo».
Otro de los letrados interroga al testigo en relación a los metanómetros y los cálculos realizados en base a esos datos. También le preguntan con quien entró y en qué circunstancias: «Yo pedí entrar y me acompañó una persona», responde el testigo a lo que el abogado pregunta si le acompañó el comité social o la brigada, recordando que la Junta había 'prohibido' la entrada al taller sin autorización previa a lo que el testigo asegura que «yo pedí entrar y me acompañaron, si se pidió o no permiso no lo sé, yo supuse que se hizo todo legal, pero eso nada tiene que ver conmmigo».
«Es imprevisible respecto a que se pueda producir en un momento determinado, si se toman las medidas es menos probable», mantiene el testigo que aclara que «en una mina como Hullera Vasco Leonesa, con esa calificación, es previsible que se produzca un suceso de este tipo». Un nuevo abogado pregunta al testigo por estas aclaraciones en relación a su informe.
Otro de los abogados comienza el interrogatorio. «Cuando una mina tiene grisú, se puede actuar. Hay que tener más medidas, pero se puede actuar no hay que cerrarla», relata el testigo. «En el macizo nueve había una V1 de 4, se puede producir un DI y no se produjo, porque se desgasificó», finaliza el testigo a las preguntas de este abogado.
(13:00) El resto de letrados no realiza más preguntas. La jueza pregunta por algunas puntualizaciones y le pide al testigo que describa la diferencia de un DI y un colapso de bóveda: «Al ir avanzando en la galería se va sacando el carbón y el techo va rompiendo y cayendo. Pero el carbón tiene metano y eso tiene que salir, para eso está la ventilación. Si ese techo no rompe y se avanza, el techo rompe y el grisú sale», explica el testigo. Y prosigue con su explicación «si aquí el carbón está presionado y de repente sale el metano expulsado y empuja el gas que hay en la bóveda y sale todo». Ángel Javier Toraño vuelve a explicar la manera en la que ha realizado el informe y cómo llegó a sus conclusiones ante el análisis de los metanómetros y el oxímetro. La jueza repite esta explicación «con palabras menos técnicas» y pide algunas matizaciones más sobre las gráficas que aparecen en su informe. El testigo añade ante las últimas preguntas que: «Quiero dejar clara una cosa, que si la V1 (velocidad de desorción) es de 2 o superior se tiene que tener cuidado y tomar medidas, no hay que cerrar la mina, pero si tomar la mina» y asegura que «a veces los macizos de protección son peores, porque concentran todas las tensiones y son más peligrosos que las bóvedas».
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